14/1/09

Xico dijo...

Evidentemente, en mi entrada anterior, quería decir que internet garantiza la solución a la necesidad de socialización; las prisas nunca fueron buenas consejeras. Saludos.


12-ene-2009 21:00:00

Oda a los amigos de internet

Xico dijo...

A punto de cumplirse los 40 años del establecimiento de la primera interconexión a través de línea telefónica conmutada, el considerado núcleo embrionario de internet, somos testigos privilegiados de la progresión aritmética de este mundo mágico e imnnovador. Utilizado por algunos como herramienta de trabajo, de educación por otros, de entretenimiento por la mayoría, lo cierto es que ha revolucionado y modernizado las comunicaciones personales hasta límites insospechados. Está en mi convicción que en modo alguno va a sustituir al "cara a cara", pero no cabe duda de que garantiza la necesidad de socialización que tenemos los humanos, sin tan siquiera salir de "nuestro pequeño mundo". Aquí dejo un artículo que espero os sirva de reflexión o meditación:

ODA A LOS AMIGOS DE INTERNET

Nosotros nos sentamos, escribimos y miramos fijamente el monitor. Todos nosotros podemos imaginar lo que esto puede significar. Con nuestros ratones viajamos, por cuartos como laberintos, buscando algo o alguien como si estuviéramos hipnotizados.
Nosotros chateamos unos con otros, compartimos nuestras penas, formamos pequeños grupos, y luchamos contra nuestros enemigos. Esperamos por alguien que escriba nuestros nombres, Queremos reconocimiento y ofrecemos lo mismo. Damos besos y abrazos y en ocasiones coqueteamos.
En cuartos chateamos profundamente y revelamos aquello que nos duele. Nosotros formamos algunas amistades, ¿por qué?, no lo sabemos... algunas se marchitan, otras florecen y crecen. ¿Por qué en las pantallas podemos ser tan grandes diciendo nuestros secretos que nunca han sido revelados? ¿Por qué compartimos, nuestros pensamientos con aquellos que no nos ven y piensan que somos ciegos?
La respuesta es sencilla, es tan clara como el cristal. Todos tenemos problemas y necesitamos alguien a quien contárselos no podemos decírselos a la gente "real", pero a alguien le debemos contar. Así que vamos al ordenador, y hacia aquellos en quiénes confiamos, aunque pensemos que es algo loco, la verdad siempre permanece:
Son amigos sin rostros, y con nombres muy raros...
Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.

El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga hermana, que nos muestra lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos bien.
Más el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado amigo enamorado.
Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.

Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca. Hablando de cerca no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Hoy y siempre. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaran mucho, pero no habrá de los que no nos dejaran nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad .

NESKA

12-ene-2009 16:35:00

Vientos del pueblo me llevan

Nieves dijo...

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy de un pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
brutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra:
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

Miguel Hernández(1910-1942)


09-ene-2009 23:15:00
Desde mi atalaya dijo...

Interesante lo que he leído hasta ahora y ya de por sí, me hace meditar. Los temas dejados por Laura, por Mar, por Enrique, Jesús y LÁsturianina, son lo suficiente amplios y extensos como para que cada uno de ellos llevara una respuesta de mi parte. Por razones de espacio no lo voy a hacer hoy y cuando estemos juntos le sugeriré a Laura un procedimiento para poder hacer más ameno este Blog. De todas formas mi felicitación por este hermoso rincón que está sirviendo para aglutinar muchas inquietudes barquereñas en el tema de la lectura y ahora, por fin, en estos primeros pasos de la escritura.
Un abrazo y feliz año a todos.
Rafael

09-ene-2009 13:27:00

El navío



L´ ASTURIANINA dijo...

Al mirar un navío en el puerto, imaginamos que está en su lugar más seguro, protegido por un fuerte ancla. Sin embargo, sabemos que está allí preparándose, abasteciéndose y alistándose para ser lanzado al mar, cumpliendo con el destino para el cual fué creado, yendo al encuentro de sus propias aventuras y riesgos.
Dependiendo de lo que la fuerza de la naturaleza le reserve, tendrá que desviar su ruta, trazar otros caminos y buscar otros puertos. Pero retomará fortalecido por el conocimiento adquirido por las diferentes culturas recorridas. Y habrá mucha gente esperando feliz en el puerto.

Así son los hijos.
Tienen a sus padres, o sea el puerto seguro, hasta que se tornan independientes. Por más seguridad, protección y manutención que puedan sentir junto a sus padres, los hijos nacieron para surcar los mares de la vida, correr sus propios riesgos y vivir sus propias aventuras. Cierto es que llevarán consigo los ejemplos adquiridos, los conocimientos obtenidos en el colegio, pero lo más importante estará siempre en el interior de cada uno:
LA CAPACIDAD DE LUCHAR PARA SER FELIZ...

Sabemos que no existe felicidad inmediata, que no es algo que se guarda en un escondite para ser dada o transmitida a alguien. El lugar más seguro para el navío es el puerto. Pero no fué construido para permanecer allí. Los padres piensan que serán el puerto seguro de los hijos, pero no pueden olvidarse que deben de prepararlos para navegar mar adentro y encontrar su propio lugar, donde se sientan seguros, con la certeza que deberá ser, en otro tiempo, un puerto para otros seres (los nietos).

Nadie puede trazar el destino de los hijos. Lo que sí podemos hacer es tomar conciencia y procurar que lleven en su equipaje "VALORES" como:
HUMILDAD, SOLIDARIDAD, HONESTIDAD, DISCIPLINA, GRATITUD Y GENEROSIDAD.

Los hijos nacen de los padres, pero deben convertirse en ciudadanos del mundo. Los padres pueden querer que haya siempre una sonrisa en los hijos, pero no pueden sonreír por ellos.

LA FELICIDAD CONSISTE EN TENER UN IDEAL PARA BUSCAR Y LA CERTEZA DE ESTAR DANDO PASOS FIRMES EN EL CAMINO DE ESE LOGRO.

Los padres no deben seguir los pasos de los hijos y los hijos nunca deben descansar en los pasos que los padres alcanzaron. Los hijos deben seguir desde el puerto a donde los padres llegaron y como los navíos, partir en busca de sus propias conquistas y aventuras. Para ello, requieren ser preparados y amados, con la certeza de que:
" QUIEN AMA EDUCA".

¡Qué difícil es soltar las amarras y dejar partir al navío!...Sin embargo, el regalo de amor más grande que pueden dar unos padres a sus hijos es la autonomía.


07-ene-2009 2:10:00
Jesús dijo...

Y tanto, como me has hecho meditar. Ahora el que pide perdón soy yo, y lo hago aquí, públicamente, por si hubiera otro lector con el mismo escaso sentido del humor que tú, Laura. Pues claro que he sido yo el autor del escrito, y lo hice siempre pensando que lo leeríais en plan tan humorístico como yo lo escribí, agarrándome a tu expresión de recomendar "poner" hombres... Pero, es que no has leido todos mis escritos? Todos van más o menos con cierta ironía que yo califico de ironía amigable. Tendré que medir mejor lo que digo, si puedo. Pues que quieres, soy así. Pido disculpas a todas, especialmente a ti, Laura,que veo te ha ofendido lo que quise que fuera divertido. Jesús

05-ene-2009 16:18:00

Los amigos

Enrique dijo...

Los amigos son personas diferentes, son aquellos seres que tienen ese algo que tanto une...
Son seres que pasan por nuestra vida dejando huellas grandes y profundas, cuando por circunstancias de la vida tienen que alejarse, y cuando los tenemos cerca son como ángeles caídos del cielo, que nos prestan sus alas si olvidamos cómo volar...

Están siempre a nuestro lado, nos tienden la mano y nos abrazan el corazón. Son los pilares donde puedes apoyarte, refugiarte, sonreír o llorar. Son aquellos que con solo mirarte saben tu estado de ánimo. Son seres que aparecen en nuestra vida sin proponernos encontrarlos y que nuestra alma los elige como amigos porque el alma no sabe equivocarse...

Un amigo es el tesoro más valioso de la vida...
Amar a un amigo es valorar su presencia cuando lo tenemos cerca y venerar su recuerdo cuando ha partido. Amar a un amigo es responderle con lealtad, generosidad y sinceridad; es tratarlo con tolerancia, cariño y respeto sin esperar recompensa. Es brindarle tu tiempo cuando lo necesita y sin que te lo pida... es defenderlo cuando lo critican... escucharlo con el corazón y en silencio, es apoyarlo en sus debilidades y levantarlo cuando está caído...

Encontrar un amigo puede ser fácil, lo difícil es conservar su amistad a través del tiempo y la distancia....


04-ene-2009 23:27:00

Vuela más alto

Enrique dijo...

Después de la 2ª Guerra Mundial, un joven piloto inglés probaba un frágil avión monomotor en una peligrosa aventura dando la vuelta al mundo.
Poco después de despegar de uno de los pequeños e improvisados aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venia de detrás de su asiento y se dió cuenta que había una rata a bordo y que si roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión.
Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero.
De repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas. Volando cada vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje.

MORALEJA:Si amenazan destruirte por envidia, calumnias o maledicencia...¡ VUELA MÁS ALTO!
Si te critican... ¡VUELA MÁS ALTO!
Si te hicieran alguna injusticia, o te defraudan... ¡VUELA MÁS, MÁS... ALTO!

RECUÉRDA SIEMPRE QUE... "las ratas" NO RESISTEN LAS GRANDES ALTURAS...

Te deseo que hoy y siempre tengas el coraje de levantar el vuelo y volar siempre alto, muy alto, con la cabeza en las nubes y los pies bien fijos en el suelo...
Te deseo también que cuando estés volando sepas mirar para abajo y ver que existen seres mucho más pequeños que tú y cuán grande e importante eres delante de ellos.
Que en esa misma proporción, también mires para arriba y veas cómo es de grandioso el cielo que te cubre y percibas el tamaño de tu pequeñez frente al universo.


04-ene-2009 23:15:00

Carta a una desconocida


MAR dijo...

Querida desconocida:

Sé que estás sufriendo a causa del trato que te da tu pareja. Tal vez ni te das cuenta de que eres una mujer maltratada, y yo quiero ayudarte. ¿Me dejas?.

Mis palabras pensarás en principio que te hacen daño y seguramente dejarás de leer en algún momento; pero volverás a hacerlo, porque en el fondo sabes que tengo razón.
Crees que te quiere a pesar de sus insultos, de sus amenazas, de sus golpes y de sus desprecios, porque después llora, dice que se arrepiente, que no sabe qué le pasa y te pide perdón, prometiéndote que nunca más lo volverá a hacer.

Cuando le oyes decir que te quiere, tu sensibilidad sale y lloráis juntos abrazados, incluso piensas que tú tuviste parte de culpa, porque en cierta forma lo provocaste al llevarle la contraria o al reprocharle que llegó tarde o que bebió demasiado. Llegas a compadecerlo pensando que fuiste injusta, porque es un buen hombre, pero no está bien, algo le pasa en su cabeza.

Pasan unos días tranquilos y vuelve a suceder y vuelves a pensar que todo iba bien y que lo estropeaste tú otra vez, porque si hubieses estado como aquellos días, en que no te quejabas, todo hubiese seguido igual. No te das cuenta de que no tienes culpa de nada. No hay nada que justifique una paliza, ni hay nada que justifique una humillación, ni hay nada que justifique un trato así. Aún en el caso de que tú hubieses hecho algo mal, no sería justificable.

¿O acaso tú haces lo mismo con él?.
Como mucho, sólo te defiendes; pero casi ni a eso llegas. Tu cara refleja sufrimiento, estás triste, con ojeras, y ese nerviosismo que te acompaña es producto del miedo, miedo a que en cualquier momento explote de nuevo; estás en alerta constante. No te dejes maltratar más, por favor. Ni tú ni nadie lo merece, y quien pega una vez pega dos, tres y cuatro, y quien insulta, amenaza, controla tu vida, y te veja, no cambia, y lo repetirá.

No puedes permitirlo, amiga mía. Tu vida es muy valiosa y puedes encontrar la paz, el amor sincero y la alegría que te faltan. Si no eres capaz de dar el paso de dejarlo para siempre, "porque para siempre tiene que ser", ya que de otra forma volverás a lo mismo, busca ayuda en profesionales o, al menos, consúltales.
No necesitas dinero: te atenderán gratuitamente en el ayuntamiento, o en el Centro de Información a la Mujer de tu domicilio o llama el teléfono 016, o a otro teléfono de ayuda de tu Comunidad Autónoma. Si estás fuera de España, probablemente tendrás algo similar: la propia policía puede informarte.

Piensa en tí, pero piensa también en tus hijos, en tu familia, en todos aquellos que te quieren, también sufre al verte así. Tu vida puede ser muy diferente, o si quieres seguir así. Tú decides.
No tengas vergüenza, porque nadie se va a asustar; no eres la única a quien le sucede. Lo vergonzoso es el comportamiento de él. Te va a costar, amiga mía, pero te aseguro que ese esfuerzo merece la pena: imagínate un futuro sin miedos, sin gritos, sin humillaciones, lleno de paz, tranquilidad y amor. Te está esperando y te lo mereces.

Te deseo suerte, amiga.
Espero que esta lectura te pueda ser muy útil.
Te envío mi abrazo más sincero.

04-ene-2009 21:36:00

Carta de un padre a su hijo


LAURA dijo...

Querido Hijo:

El día que me veas viejo o que ya no sea el mismo... por favor, ten paciencia y compréndeme.

Cuando sin querer derrame la comida sobre mi ropa y olvide cómo atarme los zapatos, ten paciencia; recuerda las horas que pasé yo enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando hablas conmigo, repito y repito las mismas palabras y ya sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que tú te durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas tus ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer, no contenga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando eras niño te ayudé y estuve paciente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.

No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacer más agradable y divertido tu aseo.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuérdate que fui yo quien te enseñó tantas cosas. Comer, vestirte y cómo enfrentar la vida también como lo haces... son producto de mi amor, esfuerzo y perseverancia.

Cuando en algún momento, mientras conversamos, me olvide de qué estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y compartir ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Se cuándo puedo y cuándo no debo. También comprende que con el tiempo, ya no tengo tanta necesidad de ello, ni tantas ganas.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar... dame tu mano tierna para apoyarme, como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernecitas.

Por último, cuando algún día me oigas decir que ya no tengo fuerzas para vivir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o con cuanto te ame. Trata de comprender la diferencia entre "vivir" y estar "sobreviviendo".

Quise y quiero lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer. Piensa entonces que, con este paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para tí otra ruta, en otro tiempo, pero siempre contigo y para ti.

No te sientas triste, enojado o impotente por verme así. Desde tu corazón compréndeme y apóyame como lo hice yo cuando tu empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a transitar el mío. Dame amor y paciencia, que yo te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que siempre tendré por ti.

¡ATENTAMENTE TU PADRE!

04-ene-2009 2:03:00

Las palabras



LAURA dijo...


Tus palabras son la imagen de ti mismo: de lo que piensas, sientes y haces, y te delatan. Tenlo siempre presente.Los demás necesitan la bondad de tus palabras. El otro te siente vivamente en lo que dices y en cómo lo dices.
Procura que las palabras que utilices sean respetuosas, amables, sinceras y justas.
Que sirvan para tender puentes de amistad, no para levantar muros de discordia. Siempre para construir, nunca para destruir.
Elige el momento y el lugar más oportuno para hablar.
Hazlo siempre con ánimo sereno y si ves que no te puedes controlar, cállate.



Piensa bien lo que vas a decir y prevé de antemano las posibles consecuencias en los demás del contenido de tus palabras y del tono en que las pronuncias.
No te olvides de cómo son las personas a las cuales te diriges.
Habla siempre con tanta sencillez y naturalidad que todos te puedan entender. Hay palabras que hieren con su filo más que una daga y golpean la autoestima con más contundencia que un bastón de hierro.
Prométete no recurrir nunca a la violencia verbal. Tus palabras pueden convertirse en la mejor carta de presentación y en el más eficaz y convincente argumento. Las palabras, si son positivas, afectuosas, llenas de cariño y esperanza, son una tabla de salvación para muchos.

De las palabras depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que las palabras son como un arma, de esto no nos cabe la menor duda, la forma en que las decimos es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas.
Hay palabras letales que humillan, deprimen y "matan" el alma.
¡Jamás las pronuncies!.

Nunca olvides que las palabras tienen consecuencias, y sus efectos positivos o negativos vuelven a quien las pronunció.


04-ene-2009 1:59:00