19/4/09

El aborto de las niñas


Me gustaría saber la identidad de los nueve expertos en los que la ministra Bibiana Aído se escuda para defender que una niña de dieciséis años puede abortar sin consultar con sus padres.

Me gustaría saber de qué son expertos y si son padres y madres. Me gustaría saber en qué se fundamentan para decir que dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente aterrada es lo mejor para ella. Me gustaría saber si se han parado a pensar que esa criatura, tras mantener una relación sexual precipitada, va a empezar a sufrir lo que la literatura científica ya ha diagnosticado ante un aborto.


El síndrome de aborto reúne quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación o de la vida sexual. Síntomas que pueden llegar a aparecer, dicen los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto, incluso años después de haber abortado.


Me gustaría saber con qué valor lanza la joven ministra Aído, con una sonrisa, como quien anuncia un anticonceptivo novedoso, que una niña de dieciséis años está tan capacitada para abortar como para casarse. Una niña de dieciséis años no está capacitada para abortar ni para casarse, por mucho que se esté normalizando lo que son parches en la vida. Una cosa es que lo haga y otra bien distinta la sacudida que la vida le da a una adolescente casada, quien sale adelante gracias a los apoyos de la familia.

Me gustaría saber quién le va a informar a una adolescente de dieciséis años de que si se queda preñada puede abortar sin decírselo a los padres y también en quién se va a apoyar ante semejante circunstancia.

¿En la mamá-administración, o en su mejor amiga, con la que intercambia los vaqueros e inventa en su habitación coreografías de Beyoncé? Me gustaría saber si esos expertos conocen lo que es ser padres y las complicaciones a las que nos enfrentamos para conquistar la confianza de nuestros hijos en la difícil adolescencia. Me gustaría saber el protocolo de actuación que se llevaría cabo cuando una niña de dieciséis años acuda al centro para abortar y cómo será tratada.


Me gustaría saber qué pretenden con esta propuesta de ley, que autoriza a que se rompa la confianza entre hijos y padres. Y me gustaría saber qué se pretende de los padres el día que nuestra hija decidiera abortar en soledad. ¿La recibimos con un aplauso? ¿Le damos sopa caliente? ¿Le preguntamos si llegó a ponerle nombre? ¿O quién habría sido el padre? ¿Debemos obviar el tema, o celebrarlo con una barbacoa? ¿Trae esas instrucciones la nueva reforma de la ley del aborto?
Una cuestión más: ¿meterán en la cárcel a una madre que le discuta esa decisión a su hija adolescente? O es la ley del "no se lo digas a mamá porque no la necesitas". Señorita Aído, me gustaría saber si mi hija ha abortado sola. Porque soy su madre.


DIARIO DE SEVILLA 21/03/09

Mariló Montero

3 comentarios:

  1. Laura20/4/09

    Ante este tema podría decir muchas cosas de las que me vienen a la cabeza pero la buena educación me hace moderme la lengua y frenar los caballos.
    Yo como Mariló también les haría muchas preguntas a esas despiertas mentes que consideran que una criatura de 16 años que ni tan siquiera tiene claro qué pantalón va a ponerse hoy, que no sabe si inclinarse por ciencias o por letras en sus estudios,que no puede ir al estanco a comprarle una cajetilla de tabaco a sus padres porque no se la van a vender (no vaya a ser que le de por fumarse unos cigarrillos que perjudican tan seriamente la salud), que no puede ir a comprar al super una botella de coñac para que su madre cocine el redondo de carne (no vaya a ser que le de por prepararse un cubata que tanto perjudica la salud).
    Ah, pero esas despiertas mentes tienen muy claro que a partir de los 16 años están capacitadas para despertarse un día dándose cuenta de su embarazo, acercarse a un centro de salud como si fuese hasta la peluquería y le pida a su pediatra un aborto rápido y discreto, no vaya a ser que se enteren sus padres y la riñan.
    ¿Le van a explicar a estas niñas en qué consite un aborto? (sin entrar en temas morales que cada cual es muy libre de pensar como mejor le vaya).
    ¿Le van a explicar los efectos secundarios de esa operación?
    ¿Le van a explicar a esas niñas en qué va a consistir el post-operatorio?
    ¿Le van a decir dónde se tienen que dirigir cuando no aguanten los dolores tanto físicos como psíquicos?
    Señora ministra y demás mentes abiertas a todo, caiga quien caiga, ¿podrían darme contestación a estas y otras muchas preguntas referentes al tema "aborto libre y a solas para niñas de 16 años"?

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  2. Pues, para morderte la lengua, lo explicas bastante claro. tendríamos que enlazar este tema con la entrada anterior, me explico: la base es la educación, en familia, por supuesto. Las chicas no se quedan embarazadas, como antes se decía, por bañarse en una piscina pública, pero deben conocer las consecuencias de sus actos y afrontar las responsabilidades correspondientes. El enfoque de cada caso debiera ser, a mi humilde entender, personal y circunstanciado, no estandarizado, (café para todos), como pretende el gobierno. Aquí entra la flexibilidad que la aplicación de la ley permita respecto de las creencias o conciencia de cada cual, algo muy distinto al todo vale que la reforma actual persigue.

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  3. Anónimo25/4/09

    Me da la impresión de que "desenfoqué" el tema; pretendía referirme a la problemática personal de cada chica. Estoy totalmente en contra de la iniciativa gubernamental, enfocada a personas sin iniciativa, responsabilidad, ni capacidad de decisión.

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