26/7/11

¿Indignados?

Dicen que están indignados. ¿Ahora os vais a indignar, hijos míos de mi alma,  montando la mayor exculpación del Gobierno más inepto que vieron los siglos? ¿Precisamente ahora os vais a indignar? Indignados, no: lo vuestro es indignante.
Es indignante que os indignéis precisamente ahora, y no cuando empezó la crisis y estos tíos la negaban.
Es indignante ese tufillo a «Nunca mais», a «No a la guerra», a sindicato de la ceja y a asalto a las sedes del PP tras el 11-M que da vuestra manifestación «espontánea».
Es indignante que a ZP ni lo mentéis y echéis toda la culpa al Sistema.
Es indignante que esas pancartas tan «espontáneas» tengan todas el mismo diseño, tipografía, tamaño y colores.
Es indignante que le hayáis dado a la Puerta del Sol ese ambiente de Nochevieja; que sólo falta Belén Esteban en un balcón retransmitiéndolo para Tele 5.
Es indignante que aquello parezca una botellona.
Es indignante comprobar que, por casualidad, claro, en esa Puerta del Sol tiene su despacho Esperanza Aguirre.
Es indignante que no hayáis acampado en La Moncloa, que es donde está el secretario general del partido creador de este Sistema, que en Andalucía llamamos «Régimen».
Es indignante que ni mentéis a los 5 millones de parados, ni a los sindicatos del pesebre.
Es indignante que acuséis a los «dos grandes partidos» y que no aludáis ni por equivocación al tercero, al que impide siempre que uno de esos dos grandes partidos gobierne si no saca mayoría absoluta, y propicia sumiso que lo haga el otro mediante los pactos entre perdedores que haga falta, y me refiero a Izquierda Unida, por si no queda claro.
Es indignante que no digáis ni palabra contra el Gobierno que creó esos 5 millones de parados, que congeló la pensiones, que rebajo el sueldo a los funcionarios, que ha provocado el 40 por ciento de desempleo juvenil.
Es indignante que os pronunciéis contra el Ejército, pero no contra la absurda presencia de nuestras tropas en lejanos países donde no se nos ha perdido absolutamente nada ni se defiende a la Patria.
Es indignante que reclaméis «democracia real», cuando aquí la tenemos gracias a Dios desde 1975; tenemos democracia real porque la trajo un Rey, el de todos los españoles, que acabó con la dictadura; bendita democracia que ahora permite que liéis la que estáis liando.
Es indignante que el Gobierno incumpla las órdenes de la Junta Electoral para acabar con la presencia callejera de los indignados en tan señalados días de votaciones.
Y es indignante que aquí en Sevilla la protesta se haya hecho bajo Las Setas, cuando ninguno de los que están allí protestó contra este Ayuntamiento desforestador y arboricida que despilfarró 20.000 millones de pesetas en esa mamarrachada, ni protestaron contra los ERES, ni protestaron contra el nepotismo del Régimen de Chaves, ni protestaron contra las facturas falsas...
¿Indignados? ¡Tequiyá con la indignación de diseño asistido por ordenador; y yo sé quién es el ordenador, el que la ha ordenado! Yo sé quién lo ha orquestado todo desde las redes no sociales, sino socialistas, para repetir lo mismito que hicieron tras el 11-M y que colocó en La Moncloa al peligrosísimo inútil que nos ha traído esta ruina provocada por una izquierda que siempre se resiste a obedecer a las urnas y a abandonar el poder.

13/7/11

Carta Abierta a Alejandro Sanz

Hola Alejandro,
Hace muchos días que ando dándole vueltas a la ley Sinde, a los derechos de autor, y leyendo tus desafortunados tweets. Ahora que tengo las tres cosas juntitas, déjame que te comente algunas cosas.
Soy científico, investigador del Centro Nacional de Biotecnología y actualmente “Visiting Assistant in Research” en la Yale School of Medicine, en New Haven, Conneticcut.


Trabajo en el desarrollo de vacunas para el tercer mundo, centrando mis esfuerzos en la Leishmaniasis, una enfermedad olvidada que mata e incapacita en África, Asia y Sudamérica. Sí, esos mismos sitios para los que, de vez en cuando, puedes montar una parranda benéfica. Y aunque no lo sepas (y muchas personas no lo saben) es esa enfermedad que hace que miles de pobres niños tengan el vientre hinchado y mueran. La misma que hace que sus padres no puedan trabajar. Entre nosotros, ese tipo de enfermedades que hace que el tercer mundo siga siendo tercer mundo.

Cuando consigo que mi trabajo funcione, tras muchísimas horas de laboratorio exponiéndome a múltiples riesgos para mi salud, intento publicar mis resultados. ¿Sabes lo que pasa cuando lo hago? Que la revista se queda con todos mis derechos de autor. CON TODOS. Si quiero, no sé, poner una figura de mi trabajo en algún otro formato, tengo que pedir permiso. Por mi figura. Por mi trabajo. Y te hablo de figuras en blanco y negro. En color no podemos pagarlas.


¿Sabes por qué? Porque PAGO POR PUBLICAR. Sí, en serio, lo hacemos. Mi laboratorio tiene que pagar para poder difundir los avances científicos que puedan curar a esos niños o a sus padres en el futuro. PAGO POR PUBLICAR y tengo que pedir permiso por mi figura, por mi trabajo.

Ahora podrías meter en 140 caracteres que luchar por mis derechos no me impide que tú lo hagas por los tuyos; yo seguiría leyendo.

Desde que el hombre es hombre, desde que el ser humano es humano, ha demostrado que necesita expresar sus sentimientos. Y de ahí surgió el arte. También, al mismo tiempo, surgieron las preguntas de qué hacía aquí. Los famosos “de dónde vengo, quién soy y a dónde voy”.

Y es que las dos cosas, ciencia y arte, son humanas, pero no por ello profesiones.
Mira, no sé, 100 o 200 años atrás. El arte lo hacía el que podía permitírselo. Y la ciencia también. Hasta Darwin descubrió el origen de las especies en un tour por el mundo, en el que vio que los pinzones de unas islas tenían los picos más grandes que otros. La gran revolución científica vino de un viaje de alguien que pudo permitírselo.

Ahora, industria mediante, los artistas cobran por entretener y los científicos cobran por descubrir cosas. Una maravilla para los que no somos de familias ricas y queremos hacer ciencia o arte.

Yo me he quejado y mucho de mi falta de derechos. De intentar defender lo que ahora, para mí, es más que un reconocido trabajo. Y también creo cosas.
La diferencia es que yo con un salario tengo bastante. Y lucho por un salario digno. QUE ME PAGUEN POR MI TRABAJO. No creo que tenga sentido que me paguen tiempo después por mis logros. Te recuerdo que lo que yo quiero es una vacuna para el tercer mundo. Y pagar mis facturas. No quiero ningún rendimiento extra que no me merezco.No quiero derechos de autor, quiero que mis avances sigan derechos a conseguir su objetivo.

Entiendo que quieras que te paguen por tu trabajo. Y deberías (que lo haces) negociar lo que te paga una discográfica por grabar un nuevo disco. O que defiendas tu caché en los escenarios. Pero cobrar también impuestos sobre los CD´s , discos duros, lo-que-sea que la S.G.A.E quiera inventar para sangrar al ciudadano medio, perdóname muy mucho, pero yo, lo veo excesivo. Intentar lanzar una ley que te permita cobrar más de lo que te toca porque la industria que a ti te trata bien se está muriendo, lo siento, pero no. Limitar las libertades individuales para maximizar vuestro beneficio no es justo.


¿Sabes por qué tengo un blog de divulgación científica? Para que el mundo vea que la ciencia es importante. Para que posiblemente en el futuro sea una profesión digna. Yo no busco hacerme rico. Yo no quiero recortar libertades. Yo lucho por cambiar la industria que hace que mi actual profesión me obligue a tener otra con la que, juntas, poder pagar las facturas.


Y por favor, no vuelvas a comparar los derechos a recibir medicamentos de los niños pobres con el derecho a declarar culpable de piratería a diestro y siniestro. Que ya lleváis demasiado tiempo cobrando por ello. Renovaros o morid. Pero no hables de los que de verdad mueren aunque de vez en cuando reciban tu calderilla.

Atentamente,

Lucas Sánchez.

21 Jan. 2011 

2/5/11

IGUALITO QUE EN ESPAÑA......

El primer ministro francès, François Fillon, dijo:
"Los inmigrantes no franceses deben adaptarse (...) estoy cansado de que esta nación se preocupe por saber si ofendemos a determinados individuos o a su cultura. Nuestra cultura se ha desarrollado en luchas convertidas en victorias por millones de hombres y mujeres en busca de la libertad. Nuestra lengua oficial es el francés (...) En consecuencia, si ustedes desean formar parte de nuestra sociedad, ¡aprendan la lengua! La mayoría de los franceses creen en Dios. No se trata de una obligación cristiana, de la influencia de la derecha ni de presión política, pero es un hecho, porque hombres y mujeres fundaron esta nación sobre principios cristianos, y esto se enseña oficialmente.
Es perfectamente adecuado difundirlo en los muros de nuestras
escuelas... Si Dios les ofende, les sugiero que consideren otra parte
del mundo como país de acogida, porque Dios forma parte de nuestra cultura. Nosotros aceptamos sus creencias sin cuestionarlas. Lo único que les pedimos es que acepten las nuestras y que vivan en pacífica armonía con nosotros. Éste es nuestro país, nuestra tierra y nuestro estilo de vida. Y les ofrecemos la oportunidad de aprovechar todo ello.
Pero si están cansados de nuestra bandera, de nuestro compromiso, de nuestras creencias cristianas o de nuestro estilo de vida, les
recomiendo calurosamente que aprovechen otra gran libertad francesa: el derecho a marcharse. Si no son felices aquí, que se marchen. No les hemos obligado a venir. Han pedido estar aquí. Acepten, pues, el país que han elegido."

19/3/11

CARTA A UN HIJO


Con cariño... para los que somos padres y para los que algún día lo serán...

Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal humor. 
Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta. 
Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por el cabello y te empujé violentamente para que fueras a cambiárte de inmediato. 
Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del auto llevabas la mirada perdida. Te despediste de mi tímidamente y yo sólo te advertí que no te portaras mal. 


Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos tus pantalones nuevos y estabas sucio y mojado. 
Frente a tus amiguitos te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos; que parecía no interesárte mucho el sacrificio de tus padres para vestírte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa y mientras marchabas delante de mi te indiqué que caminaras erguido. 
Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. 
A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto. 
Al poco rato mi ira comenzó a apagárse. 
Me di cuenta de que había exagerado mi postura y tuve el deseo de bajar para darte una caricia, pero no pude. ¿Cómo podía un padre, después de hacer tal escena de indignación, mostrárse sumiso y arrepentido? 
Luego escuché unos golpecitos en la puerta.
'Adelante' ... dije, adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación. 
Te miré con seriedad y pregunté:
¿Te vas a dormir? ... ¿vienes a despedírte?
No contestaste. Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariñosamente. 
Te abracé ..... y con un nudo en la garganta percibí la ligereza de tu delgado cuerpecito. 
Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la mejilla. 
Sentí que mi alma se quebrantaba. 
'Hasta mañana papito' me dijiste. 
¿Qué es lo que estaba haciendo? 
¿Por qué me desesperaba tan fácilmente? 
Me había acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, a exigirte como si fueras igual a mí y ciertamente no eras igual. 
Tu tenias unas cualidades de las que yo carecía: eras legítimo, puro, bueno y sobretodo, sabias demostrar amor. 
¿Por qué me costaba tanto trabajo?, 
¿Por qué tenía el hábito de estar siempre enojado? 
¿Qué es lo que me estaba ocurriendo? 
Yo también fui niño. 
¿Cuándo fue que comencé a contaminarme? 
Después de un rato entré a tu habitación y encendí con cuidado una lámpara. 
Dormías profundamente. 
No pude contener el sollozo y cerré los ojos. 
Una de mis lágrimas cayó en tu piel. No te inmutaste. 
Me puse de rodillas y te pedí perdón en silencio. 
Te cubrí cuidadosamente con las sábanas y salí de la habitación. 
Si Dios me escucha y te permite vivir muchos años, algún día sabrás que los padres no somos perfectos, pero sobre todo, ojalá te des cuenta de que, pese a todos mis errores, te amo más que a mi vida.

17/3/11

LA CARGA DE LOS TRES REYES


Arturo Pérez Reverte nos hace un recordatorio de la historia de España.

Ocurrió hace casi ocho siglos justos, cuando tres reyes españoles dieron, hombro con hombro, una carga de caballería que cambió la historia de Europa.
El próximo 16 de julio se cumple el 798 aniversario de aquel lunes del año 1212 en que el ejército almohade del Miramamolín Al Nasir, un ultrarradical islámico que había jurado plantar la media luna en Roma, fue destrozado por los cristianos cerca de Despeñaperros. Tras proclamar la yihad -seguro que el término les suena- contra los infieles, Al Nasir había cruzado con su ejército el estrecho de Gibraltar, resuelto a reconquistar para el Islam la España cristiana e invadir una Europa -también esto les suena, imagino- debilitada e indecisa.
Los paró un rey castellano, Alfonso VIII. Consciente de que en España al enemigo pocas veces lo tienes enfrente, hizo que el papa de Roma proclamase aquella cruzada contra los sarracenos, para evitar que, mientras guerreaba contra el moro, los reyes de Navarra y de León, adversarios suyos, le jugaran la del chino, atacándolo por la espalda. Resumiendo mucho la cosa, diremos que Alfonso de Castilla consiguió reunir en el campo de batalla a unos 27.000 hombres, entre los que se contaban algunos voluntarios extranjeros, sobre todo franceses, y los duros monjes soldados de las órdenes militares españolas.
Núcleo principal eran las milicias concejiles castellanas -tropas populares, para entendernos- y 8.500 catalanes y aragoneses traídos por el rey Pedro II de Aragón; que, como gentil caballero que era, acudió a socorrer a su vecino y colega. A última hora, a regañadientes y por no quedar mal, Sancho VII de Navarra se presentó con una reducida peña de doscientos jinetes -Alfonso IX de León se quedó en casa-.
Por su parte, Al Nasir alineó casi 60.000 guerreros entre soldados norteafricanos, tropas andalusíes y un nutrido contingente de voluntarios fanáticos de poco valor militar y escasa disciplina: chusma a la que el rey moro, resuelto a facilitar su viaje al anhelado paraíso de las huríes, colocó en primera fila para que se comiera el primer marrón, haciendo allí de carne de lanza.
La escabechina, muy propia de aquel tiempo feroz, hizo época. En el cerro de los Olivares, cerca de Santa Elena, los cristianos dieron el asalto ladera arriba bajo una lluvia de flechas de los temibles arcos almohades, intentando alcanzar el palenque fortificado donde Al Nasir, que sentado sobre un escudo leía el Corán, o hacía el paripé de leerlo -imagino que tendría otras cosas en la cabeza-, había plantado su famosa tienda roja. La vanguardia cristiana, mandada por el vasco Diego López de Haro, con jinetes e infantes castellanos, aragoneses y navarros, deshizo la primera línea enemiga y quedó frenada en sangriento combate con la segunda. Milicias como la de Madrid fueron casi aniquiladas tras luchar igual que leones de la Metro Goldwyn Mayer. Atacó entonces la segunda oleada, con los veteranos caballeros de las órdenes militares como núcleo duro, sin lograr romper tampoco la resistencia moruna.
La situación empezaba a ser crítica para los nuestros -porque sintiéndolo mucho, señor presidente, allí los cristianos eran los nuestros-; que, imposibilitados de maniobrar, ya no peleaban por la victoria, sino por la vida. Junto a López de Haro, a quien sólo quedaban cuarenta jinetes de sus quinientos, los caballeros templarios, calatravos y santiaguistas, revueltos con amigos y enemigos, se batían como gato panza arriba. Fue entonces cuando Alfonso VII, visto el panorama, desenvainó la espada, hizo ondear su pendón, se puso al frente de la línea de reserva, tragó saliva y volviéndose al arzobispo Jiménez de Rada gritó: «Aquí, señor obispo, morimos todos». Luego, picando espuelas, cabalgó hacia el enemigo. Los reyes de Aragón y de Navarra, viendo a su colega, hicieron lo mismo. Con vergüenza torera y un par de huevos, ondearon sus pendones y fueron a la carga espada en mano. El resto es Historia: tres reyes españoles cabalgando juntos por las lomas de Las Navas, con la exhausta infantería gritando de entusiasmo mientras abría sus filas para dejarles paso. Y el combate final en torno al palenque, con la huida de Al Nasir, el degüello y la victoria.
¿Imaginan la película?... ¿Imaginan ese material en manos de ingleses, o norteamericanos?.. Supongo que sí. Pero tengan la certeza de que, en este país imbécil, acomplejado de sí mismo, gobernado por políticos aún más imbéciles carentes de toda identidad... no la rodará ninguna televisión, ni la subvencionará jamás ningún ministerio de Educación, ni de Cultura, porque aquí no habría despelote ni mariconeo, sino gente real que por amar a su tierra luchaban a morir.
                                 
 Ojo!  Importante!

Tardamos 8 SIGLOS,  o sea, 8OO AÑOS!! en echarles de la península, nuestra tierra!.

Fue por nuestra desunión, porque España la formaban distintos reinos y no uno solo. Combatíamos entre nosotros  -como ahora con las 17 autonomías innecesarias- y no tuvimos un solo Rey, una sola nación, un único mando militar para expulsarles, de eso se aprovecharon durante 8 siglos! y ellos, los de la media luna sí que lo recuerdan, por eso se aprovechan, de nuestra actual desunión, para una segunda invasión silenciosa... bajo la permisividad de políticos de bajo perfil, acomplejados, miedosos de llamar a las cosas por su nombre..., nada que ver con aquellos valerosos guerreros cristianos que combatieron y derramaron su sangre para.... nada!

 
Ellos recuerdan nuestra desunión, la misma que tenemos ahora y que muchos políticos fomentan! Y ellos lo saben... y de paso, se frotan las manos, se ríen y se aprovechan para su segunda invasión...

 
Nosotros hemos olvidado la historia, pero ellos no.... mal asunto.
 
     " El pueblo que olvida la Historia está condenado a repetirla"
   ( George Santayana- nacido en España- Profesor y senador en EE.UU. 1928.
  Repitieron y reiteraron en la frase y estudiaron sus hechos consecuentes y comprobados: Marcelino Menéndez Pelayo--Maura-Franco-Fraga y yo.

2/3/11

APROBAR LA E.S.O.

La sesión de evaluación
dispuesta a empezar estaba
el tutor que era de Lengua,
dijo que todos callaran
y pidió a la Orientadora
que, por favor, se sentara.

La Orientadora, psicóloga,
tiene en propiedad su plaza
desde que la LOGSE impera
en los Centros de Enseñanza.
Sabe al dedillo la Ley,
habla la jerga bárbara
de los psicopedagogos
y de la fauna logsiana.
Comienza la evaluación,
las notas así se cantan:
Iván Peláez Borrego.
Con este mozo, ¿qué pasa?
A éste le quedan seis.
Titulación denegada.







Pero habló la Orientadora,
y de esta manera hablaba:
“No nos permite la  LOGSE
hacer tan gran canallada
si algún alumno o alumna
no superase algún área
siendo con insuficiente
evaluado o evaluada
debe discutirse aquí
si es persona preparada
si domina las destrezas
los objetivos de etapa
si se ajustan los diseños
si se dan las circunstancias
si se hizo adaptación
al chaval o a la chavala
si de los procedimientos
se llevó relación clara
y si de las actitudes
quedó notoria constancia.

¿Detectáronse a tiempo
todas esas problemáticas?
¿Se hicieron formularios,
programaciones de aula?
¿Motivósele al efecto con
estrategia adecuada?
¿Hizose por el tutor
en la clase un sociograma?”

Muchos de los profesores
se miran, piensan y callan.
Hizose largo silencio,
ni una mosca se escuchaba.
Y luego el de Historia habló.
Bien oiréis lo que hablaba:

“¡Pero si este mozalbete
las más de las veces falta.
Y cuando viene, molesta,
grita, juega, se levanta;
no atiende al profesor,
ni estudia ni trabaja;
no se está quieto un momento,
de los profesores pasa,
es deslenguado soez,
torpe, necio y tarambana.
¿Cómo darle el mismo título
que al que se aplica y se afana
y saca muy buenas notas
y cumple normas y pautas?

Sería inicua injusticia,
sería indecente práctica,
sería de los calzones
hacerse la gran bajada.”

Los profesores se miran
y, con voz amortiguada,
se comentan a la oreja
las cosas que allí se tratan.

Los más parecen de acuerdo,
otros niegan y rechazan.
“¡Como podéis decir eso!”
Y la Orientadora exclama:

“¡No queréis tener en cuenta
la normativa aprobada!
¿Te has leído el plan de Centro?
¿Has repasado las páginas
de los valiosos Diseños
Curriculares de Etapa?
¿Practicas la evaluación
continua y bien adaptada?










¿No aplicas en tu clase
la enseñanza igualitaria?
Si el muchacho no te atiende,
será porque usas la práctica
de la lección magistral,
que es retrógrada y nefasta.

Debes dar motivación
y educación y enseñanza,
descender de la tarima,
que es plataforma tiránica;
debes ser más solidario
con chavales y chavalas,
darles menos contenidos
que no hacen mucha falta
y mirar sus intereses,
captar bien su idiosincrasia
y educar en valores
de sociedad democrática;
ser más tolerante y lúdico,
ser con ellos camaradas
y mostrarte comprensivo
en cada unidad didáctica.”

“Pero, aprobando a éste,
¿quién el título no alcanza?
Veremos el próximo curso
cómo vienen a las aulas
y cursar Bachillerato
así, por toda la jeta
un montón de analfabetos,
inútiles, vagos y caras.
Mozalbetes ignorantes
e iletradas muchachas
que no hacen ni la O
con un canuto de caña.”

Subieron las discusiones
arreciaron las palabras
se esgrimieron circulares
leyes, fueros y ordenanzas.

Hablose allí de principios,
de posturas reaccionarias
de los derechos humanos
y falta de democracia.
De lo divino y lo humano
todo el mundo allí hablaba.

Llevaban así tres horas
y el personal se cansaba,
hasta que un profesor dijo:
“A ver cuántas le quedaban
al mozo que, por el titulo,
la disputa originara.”

“Quedábanle seis”, responden.
“Pues yo, que doy Matemáticas,
que las tiene muy suspensas,
ahora están aprobadas
y solo cinco le quedan.”

Y la de Francés que estaba
mohina y entristecida,
a punto de echar las lágrimas,
dijo con voz melancólica,
mortecina y apagada:
“Ponle aprobado en Francés.”
“Que apruebe también la Plástica.”
(Sonó la voz del artista,
que tenia enormes ganas
de acabar las discusiones
e irse a pintar a casa).

“Pues yo, para no ser menos,
le apruebo Cultura Clásica.”
Y aprueba que te aprueba,
el typex se chorreaba,
sumergiendo los suspensos
bajo una patina blanca.

El tutor, los suficientes
prestamente rotulaba:
“Iván Peláez Borrego:
¡Quédanle dos, luego pasa!”




Copiado del blog: "Profesor hasta los cojones"





17/2/11

¿QUÉ MUNDO DEJAREMOS A NUESTROS HIJOS?

El artículo pertenece a Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933) profesor y escritor español conocido por su análisis de la crisis económica actual, autor de "La crisis Ninja".




 Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos. Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación. En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta de señoras) y decía esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?"
Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir "¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?"
Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:
"¡¿y a mí, qué me importa?!"


Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco. Yo era hijo único. Ahora, cuando me reúno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.


Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz. Y me exigieron mucho.


Pero ¿qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización
Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro.


¿Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar? ¡Si no se lo podían imaginar! Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muybuena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía.


Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la "depre" y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.


A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno.
Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación:
- que sepan distinguir el bien del mal,
- que no digan que todo vale,
- que piensen en los demás,
- que sean generosos. . . .
En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran.


Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos íbamos a dejar a este mundo. 


A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar. Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.


Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.


Pero lo fundamental es lo otro: los padres.


Ya sé que todos tienen mucho trabajo,
- que las cosas ya no son como antes,
- que el padre y la madre llegan cansados a casa,
- que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva,
- que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado.


Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.




Leopoldo Abadía.


P. D .
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.

11/2/11

EL ELEFANTE ENCADENADO

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenia cinco o seis años yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
- Si esta amaestrado, ¿por que lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y solo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mi alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal acepto su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree - pobre- que NO PUEDE.
El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez..



JORGE  BUCAY


10/2/11

CUANDO SEA VIEJITA

Cuando sea viejita viviré una temporada con cada hijo.........¡¡les daré tanta felicidad!!
Igual que hicieron ellos, quiero devolverles toda la alegría que me dieron, agradeciendo cada cosa. ¡Oh! ¡Estarán tan emocionados teniéndome con ellos!

Escribiré en las paredes con lápices de colores, saltaré sobre las camas con los zapatos puestos, jugaré a las casitas con todas las mantas de casa, beberé directo del cartón de leche, lo dejaré fuera del frigorífico, y atascaré los retretes con papel higiénico.

Cuando estén al teléfono y no me puedan ver, revolveré en todos los armarios, cajones, cajas y cajitas.

si me riñen pondré cara de "yo no fuí" y me haré la ofendida.

Cuando me llamen para comer, tardaré en llegar a la mesa.

No me comeré la verdura. Diré que no me gusta la comida, me atragantaré con los cereales, derramaré el agua, el zumo y también la leche, sobre la mesa.

Y cuando se cabreen, lloraré hasta que se desesperen.

Me sentaré bien cerca de la tele, cambiaré de canal cuando quiera, pondré alto el volumen de la música que más les disguste y cruzaré los ojos sólo para ver si me quedo bizca.

Antes de acostarme iré a tomar mi vaso de leche y dejaré entreabierta la puerta del frigo, las luces encendidas y mis zapatos y calcetines en medio de mi habitación, y hablaré con mis amigas por teléfono una hora con cada una, contándoles lo bien que lo estoy pasando.

Buscaré quien haga las cosas por mí, ya no recogeré mis cosas del suelo; no me importará si alguien tropieza con mis zapatos.

Si me piden algún favor les diré:  "¡¡YA VAAAA!!"

Y, más tarde, acostada, me estiraré y suspiraré, cantaré mi canción preferida y pegaré el chicle debajo de la cama.
Le daré gracias a Dios con una oración y cerraré los ojos.

Mis hijos me mirarán con una sonrisa, saldrán despacito del cuarto y dirán:
"¡Es tan tierna cuando está dormida!"

PERO NO ME IMPORTARÁ, LO IMPORTANTE ES QUE PODRÉ DEVOLVERLES LAS ALEGRÍAS QUE ELLOS ME DIERON DE PEQUEÑOS.......

Me pregunto......... ¿me mirarán con una sonrisa o empezarán a buscar un lugar donde haya otras mamas que hagan lo mismo que yo?

4/2/11

GLAMOUR ROJO




Se ha echado de menos un comunicado oficial anunciando la buena nueva del parto de Penélope Cruz, la Pasionaria de Alcobendas. Ha sido un niño. Enhorabuena.
Ha nacido en Los Ángeles, en los Estados Unidos, y no en Cuba. Enhorabuena. 
De esta manera, el niño podrá optar a la nacionalidad estadounidense cuando alcance la mayoría de edad. Enhorabuena. 
El nacimiento ha tenido lugar en el hospital Cedars-Sinaí, uno de los más caros del mundo. Se calcula que la factura no bajará de los cien mil euros. Enhorabuena por tenerlos.
En España sale más barato, pero los padres son muy dueños de decidir el lugar de acceso a la vida de sus hijos. Me aseguran mis informadores de partos ilustres que tanto el padre como la madre han luchado denodadamente contra sus ideas, y que las ideas han resultado derrotadas. De haber vencido las ideas, el parto se habría producido en Cuba, cuyo nivel médico y asistencial es altísimo, según dicen algunos. Pero no ha habido suerte. 
Tiene que ser muy dolorosa la militancia comunista para terminar dando a luz en el hospital más caro y exclusivo del imperio capitalista. Me estremezco cuando lo pienso. Porque el padre y la madre del niño recién nacido no son izquierdistas del montón. Forman parte de la cúpula ideológica y de agitación y propaganda del comunismo austero que todo lo comparte. En el hospital de Cuba le obligaban a la madre a compartir habitación con una camarada cubana, y hasta ahí podíamos llegar. 

No hay que fiarse de las jóvenes cubanas de hoy, tan alejadas de los principios básicos de la Revolución. Además, que por culpa del bloqueo, no se garantiza en Cuba la disponibilidad de determinados medicamentos. De ahí que la pareja revolucionaria española haya decidido que su hijo nazca en el hospital más caro de la nación que impone el bloqueo a los cubanos. En España no hay bloqueo que valga, pero se entiende que en las actuales circunstancias políticas, económicas y sociales por las que atraviesa nuestra nación, lo de nacer en España les haya parecido poco. El glamour rojo también existe. Y la última opción, la de tener un hijo en un campamento saharaui con Aminatu Haidar colaborando en el parto, la verdad, y en esto les doy toda la razón, no podía ser tenida en cuenta. 

La militancia comunista no obliga a tanto sacrificio. Es legítimo sentirse de la más escorada izquierda y vivir como un millonario americano. Pedir ejemplaridad y coherencia entre las ideas y la realidad, o entre la teoría y la práctica, es una impertinencia muy propia de la gente de derechas, cuyas mujeres, muchas de ellas, dan a luz todos los días en las clínicas de la Seguridad Social. Y ahí está el problema. La Seguridad Social fue obra del franquismo –el propio Franco murió en uno de sus hospitales–, y un comunista que se precie de serlo no puede consentir que su hijo nazca en un hospital del régimen anterior. Sería imperdonable.

Pe y Ja han hecho muy bien. Tiempo habrá para levantar el puño, protestar contra el Gobierno del Partido Popular, llamar asesinos a sus dirigentes, volar al Aiún cuando sea necesario, descansar en Cuba como invitados del Régimen bloqueado, y seguir viviendo en la imperialista nación que bloquea a los cubanos. Tiempo habrá. Lo importante es que el niño ha nacido en Los Ángeles, que está bien, que a la madre nadie le molesta ni interrumpe, que todo marcha de maravilla y que cien mil euros por un parto tampoco es para escandalizarse.

Arriba los pobres del mundo, en pie famélica legión.

ALFONSO USSÍA
La Razón  27-1-2011