25/11/10

UN MENSAJE DE GEORGE CARLIN


GEORGE CARLIN, cómico durante las décadas de los 60 y 70,  deja una carta que nos hace reflexionar sobre lo conseguido y lo perdido con el paso del tiempo

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reimos muy poco, conducimos muy rápido, nos enfadamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiada televisión y rezamos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más pero aprendemos menos. Planeamos más pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos ordenadores que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales deshechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aqui siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un céntimo.

Acuérdate de decir te quiero a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.



George Carlin.

17/11/10

LA IGLESIA Y EL SIDA

Allí donde hay un hospital dedicado al sida, lo mismo en Africa que en Asia o Iberoamérica, también en Europa, son monjas y curas católicos los que están a pie de cama para atender a los enfermos.

He recorrido en trabajo profesional más de cien países. En las leproserías de todo el mundo, en los asilos de ancianos terminales, en los hospitales para enfermos infecciosos, sólo se encuentra uno con misioneras y misioneros católicos. Esa es la escueta verdad.

Nunca me he tropezado en esos lugares con un comunista militante, con uno de esos manifestantes que vociferan contra la Iglesia. Los misioneros y misioneras permanecen al margen de las pancartas y los sermones políticos. Derraman su amor sobre los leprosos, los sidosos, los enfermos terminales, los ancianos sin techo, los desfavorecidos y desamparados.

Aún más, todos los profesionales del periodismo sabemos que cuando estalla una tragedia del tipo que sea en el tercer mundo, encontraremos información certera en la misionera o el misionero españoles, que ejercen su ministerio en los lugares más miserables.Nunca fallan, esa es la realidad.

José Luis Rodríguez Zapatero, para dar una lección a la Iglesia Católica, ha decidido obsequiar a Africa con un millón de preservativos pagados a través de los impuestos con los que sangra a los ciudadanos españoles.

¿A cuántos militantes del PSOE, encabezados por Bibiana Aído, va a enviar para que se instalen durante diez años en los hospitales especializados en sida, para que convivan con los enfermos, les atiendan, les den de comer, les limpien, les acompañen?

El Papa ha instalado en el Africa enferma a muchos millares de monjas y curas, de misioneros y misioneras. Obras son amores. Esa es la diferencia entre los que vociferan y los que derraman cariño y atenciones.

Conocí en enero de 1967, cuando carecía de la celebridad que adquirió posteriormente, a Teresa de Calcuta. Pasé un día con ella visitando sus hangares para enfermos terminales. Escuché con atención lo que me decía. Fue una lección de quién sabía mejor que nadie en qué consisten las tierras duras del hambre, el mundo de los desfavorecidos profundos. Supe que estaba hablando con una santa. Y así lo escribí.

Pues bien, en el cuerno africano, en las ciudades estercoleros de Africa, en los pueblos escombreras de Asia, en las favelas brasileñas o en las villamiserias peruanas, trabajan para los más pobres, para los más desfavorecidos, millares y millares de teresitas de Calcuta.

El Papa cree que la mejor forma de combatir el sida en Africa es la monogamia y la fidelidad. No ha tenido en cuenta lo estupendas que están las negritas y lo difícil que tiene que ser, ante el espectáculo de tanta belleza y atractivo, que los negros politeístas y polígamos practiquen la virtud de la monogamia.

Pero ironías aparte, quienes combaten el sida en Africa, quienes atienden a los enfermos son las misioneras, los misioneros católicos.
Escuché en una tertulia de radio a un simpático homosexual cebarse con el Papa y despotricar contra la

Iglesia. Se me ocurrió aclararle:
“Dicen que el sida está especialmente extendido entre los homosexuales aunque afecte ya a los heterosexuales. Seguro que tú nunca te pondrás enfermo. Pero ten por seguro que, si así fuera, quien te atenderá con amor y dedicación en el hospital será una monja católica”

Se quedó callado y el simpático gay y los tertulianos se apresuraron a cambiar de tema.


Luis María Ansón
Miembro de la Real Academia Española




Hoy, en el mundo entero, monjas y curas católicos están atendiendo a los más miserables, machacados y enfermos. Antes era el tifus o la lepra. Ahora es el Sida. Sin distinción de país, raza o religión, son religiosos católicos los que están en primera línea, en silencio, sin cámaras de Tv. junto a quienes más necesitan su ayuda.

15/11/10

CARTA A CARLOS HERRERA

Carta de una empleada pública de Granada a Carlos Herrera, de ONDA CERO.


Estimado Carlos:
Mis motivos para escucharte cada mañana no han sido otros que el placer de escuchar una información imparcial, coherente y objetiva, cualidades........ indispensables en el oficio de periodista pero que en pocos medios de comunicación españoles, y ahora creo que en ninguno, es fácil encontrar. He disfrutado también muchísimo de tus grandes dotes de comunicador y, sinceramente, me he divertido bastante oyéndote.

Y por eso lo siento mucho.
Siento mucho haber tenido que ver al final tu faceta más humana desde el punto de vista negativo. Ver como la imparcialidad, la coherencia y la objetividad han ido abandonando tus opiniones a medida que el tema de la crisis económica avanza. He soportado día tras día ver que, primero, lanzabas indirectas para que se "metiera mano" (lo siento, no se me ocurre ahora mismo una forma más correcta de decirlo) de una vez a los empleados públicos. Y, después, desde hace unos días, comprobar la satisfacción que te causa el hecho de que por fin el Gobierno haya adoptado esta medida que, entre otras, recorta el gasto público.

Querría hacer un inciso aquí. Parece que hay muchas personas que sólo pensáis en el gasto que ocasionamos a vuestros (nuestros también, no lo olvides), bolsillos. Olvidáis y os reís de la "PRODUCCIÓN " pública que es la que justifica este gasto. Es que ni pensáis en ella. No estoy hablando de altos cargos puestos a dedo que estropean más que arreglan y que no se irán, no lo dudes, sino de los "curritos" que como en cualquier empresa trabajamos nuestras treinta y siete horas y media semanales, en muchas ocasiones en condiciones más que complicadas porque no contamos con los medios suficientes para poder estar a la altura de lo que se nos responsabiliza. Atendiendo a público cabreado e impaciente, cuidando y formando a vuestros hijos, responsabilizándonos de la salud de pacientes a los que tenemos que ver en tiempo record, manteniendo y limpiando los espacios en los que vivís, protegiendo vuestra seguridad.... En fin....

Igual tú no has necesitado de estos servicios porque puedes pagar medios privados: gestores, colegios, clínicas, médicos, seguridad, etc...., pero te aseguro que gran parte de la población, entre la que me encuentro, los necesitamos porque nuestro sueldo, los privilegiados que lo tenemos, no da para más. De los que no lo tienen, ni te hablo.

En fin, te he escuchado defender esta medida y....bueno, es tu opinión como la de muchas personas. Injusta, indicadora de un desconocimiento total de la, labor que realizamos (¿cómo la vas a conocer si, como te decía, poco tendrás que usarla?) y, por lo que a mí respecta, triste. Es de MI TRABAJO, del que hablas. El que crees que hay que remunerar menos. El que infravaloras en definitiva.

Pero en fin, he seguido escuchándote a pesar de todo porque no hacías más que manifestar eso, una opinión. Pero hoy voy a dejar de hacerlo. Hoy he comprobado que te has vuelto parcial, incoherente y subjetivo. Y ya no me parece interesante oírte.

Ahora que el Gobierno ha dejado de mirarme y te mira a ti, que entiendo te cuentas entre las afortunadas personas que ganan más de 80.000 euros al año, te sientes indignado. Ves los "peros" de dejar a los ciudadanos con menos dinero que gastar y te parece que esa medida es injusta y poco útil, peor aún, que puede ser devastadora para los mercados.

Ya. ¿Para qué mercados? ¿Para las grandes firmas como Loewe? ¿Para la casa Mercedes ? ¿Para el hotel Alfonso XIII? ¿Para restaurantes como Zalacaín o La Broche? Te aseguro que los que ganáis más de ochenta mil éuros al año

(declarados) no vais, por la subida de un punto o dos más en el IRPF a dejar de gastar en ellos. Ni lo van a notar, te lo aseguro. Ese mercado no se va a ver resentido. Y si no podéis vosotros, cosa que dudo, ya seguirán acudiendo a él los que no declaran las fortunas que ganan. Siempre ha sido así. A estas grandes empresas, nunca les fallan sus clientes.

Las tiendecitas de barrio, el bar que hay debajo de casa, los restaurantes normalitos, los hoteles de dos y tres estrellas, las gamas bajas de vehículos.... ese mercado que es el al que podemos acceder la mayoría de los españoles y del que viven otros tantos, como no es frecuentado por las personas que ganan más de 80.000 euros al año, igual sí que se ve afectado.

Tiendo a pensar, por la parte que me toca, que el recorte de sueldo de los empleados públicos, que sin ningún pudor ni conocimiento defiendes, sí que le va a hacer daño. Sí que le va a hacer daño la congelación de las pensiones. Llegamos a fin de mes justitos, así es que el dinero que nos quiten ahora, lo tendremos que quitar de nuestro consumo en estos establecimientos/empresas. A este recorte, por cierto, tenemos que añadir la subida del IVA y de la energía eléctrica, de las que tampoco nos libramos. Así es que los mil/mil quinientos euros que ganamos la mayoría de nosotros, una vez que nos apliquen el recorte salarial, como podrás comprender a poco que sumes, se nos irá en pagar la hipoteca/alquiler, la comida, el agua, la luz.... y poco más nos quedará para el consumo.

Carlos, todos podemos traernos al trabajo el desayuno de casa, no hay mucho problema. También podemos aguantar con los zapatos y la ropa del año pasado, tomarnos en casa la cervecita con nuestros amigos, comer con ellos también en casa en lugar de ir a un restaurante de vez en cuando y "aguantar" el coche un poco más. El problema será para el dueño del bar que vivía de servir desayunos a esa "panda de vagos" que somos los empleados públicos. Para el dueño de un pequeño comercio de ropa o calzado, del restaurante sencillito, del hotel familiar, del supermercado de barrio, del concesionario que vende coches de ocasión.... Y para sus empleados. Este sector de mercado lo tendrá realmente bastante más difícil para sobrevivir que el de Loewe, Zalacaín, el hotel Alfonso XIII o la Mercedes.

Y, como te comentaba, a éste mercado es al que accedemos la mayoría de los españoles. Sin ninguna duda al menos, los funcionarios, como nos llamas a todos, y los pensionistas.

Mira, te voy a mostrar lo que entiendo yo por solidaridad, por responsabilidad, por coherencia y por justicia.

Yo no tengo ningún problema en apretarme el cinturón (si es que esto, como dudo, puede solucionar algo), para que con este dinero se puedan pagar subsidios de desempleo, gastos sociales y disminuir el déficit del Estado. Para que podamos salir de esta situación caótica en la que la coyuntura mundial y la vergonzosa ineptitud de nuestra clase política (de todos los signos) nos han metido. Creo que es absolutamente necesario, justo y razonable. Pero hay dos aspectos que me harían sentirme más conforme y más tranquila.

Uno de ellos sería que de este esfuerzo que se nos exige a los pensionistas y empleados públicos no se escape nadie en este país. Que contribuyamos TODOS y TODOS arrimemos el hombro. Ricos y menos ricos. Empleados públicos y PRIVADOS. Todos los trabajadores y los dueños de grandes fortunas. No os pongáis a temblar los que ganáis más, que vosotros lo vais a notar relativamente poco.

El segundo aspecto que me haría no plantearme siquiera sentirme molesta con este recorte es que una vez que esta situación pase, que pasará como todas las crisis, se nos devolviera a TODOS también el poder adquisitivo que teníamos antes de padecerla. Que no sólo lo privado se beneficie de las épocas de bonanza mientras que a nosotros se nos mantiene, incluso yendo el país bien, en la misma situación económica que en los momentos de "urgencia social". Que cuando pasen esos momentos, se nos restituya a la situación que teníamos antes de la crisis como a todo hijo de vecino. No pretendería más.

Con estas dos condiciones, entrego gustosamente mi dinero para contribuir a que nuestro país no se desmorone del todo. Para ayudar al que ahora mismo tiene la desgracia de estar en paro y a sus familias. Lo entrego con los ojos cerrados. Por solidaridad, por responsabilidad y porque lo considero justo.

Pero tú y yo sabemos que no va a ser así. Que nunca ha sucedido así.

Carlos, todo lo que de justo tiene que yo tenga que contribuir al arreglo de esto, lo tiene de injusto el hecho de que no seamos todos los que lo hagamos. Que tenga que seguir contribuyendo a esto aún cuando "esto", haya pasado. ¿Me puedes dar una sola razón para que no se toque a grandes sueldos que no han sido recortados; a las grandes fortunas? ¿Me la puedes dar para que las subidas salariales que se nos aplican después de las "crisis" se hagan en un porcentaje muy inferior al de la subida del IPC del año que toque y sobre sueldos congelados (ahora, reducidos) durante sabe Dios cuántos años esta vez?.

Esto no es demagogia. Es la realidad pura y dura. Creo que objetiva, imparcial y coherente. Como eras tú antes de ver peligrar un poco de lo mucho que tienes.
Si quieres, te puedo dar un consejo acerca de cómo pasar el mal rato de ver horrorizado que ahora te puede tocar a ti: Sencillamente, aprieta los dientes y aguanta. Es la medicina que tomamos nosotros, los "funcionarios", como nos llamas. Y ahí vamos, tirando "palante". Trabajando exactamente igual, con la misma responsabilidad, que cuando ganábamos más. Asumiendo por añadidura el trabajo de los compañeros a los que no se sustituirá por la crisis.

Otro inciso: no querría pensar que ahora te estás cuestionando la calidad del trabajo de PROFESIONALES de la medicina, de la enseñanza, de la gestión, de la investigación, de la seguridad..... no querría pensar que la ancestral imagen del "funcionario" de manguito vago, poco formado e inútil, aún está en tu mente. No puedes ser tan....limitado. Y, a todo esto, no todos somos funcionarios, te rogaría que nos denominaras bien si quieres generalizar. Te informo de que la designación exacta es: Empleado Público. Algunos de nosotros tampoco tenemos la estabilidad en el empleo que tanto se envidia y que, al parecer justifica todo lo que se nos diga o haga. Hay muchos contratados laborales a los que también se les aplica, por cierto, la bajada de retribuciones y que también pueden ser despedidos cualquier día.

Y aquí acabo. Sé que esta carta no la vas a leer en tu programa, por su extensión y por su contenido. No importa, sólo quiero que la leas tú (de darle difusión, ya me encargaré yo misma) y que pienses un poquito, si te dignas, en lo que te cuenta esta humilde ex-"forofa" tuya. Y que, si es posible, dejes de amargarles las mañanas a los TRABAJADORES públicos, aunque me temo que probablemente esta carta tenga el efecto contrario si tienes la soberbia que, no sé por qué, ahora te presupongo. Será por lo que me has cabreado y ojala me equivoque.


Un saludo y que Dios nos pille confesados. A TODOS, Carlos.


Concha.

9/11/10

MUERTE AL SENTIDO COMÚN

HA FALLECIDO EL SENTIDO COMÚN
Hoy lloramos la muerte de nuestro querido amigo, el "Sentido Común", que ha estado entre nosotros durante muchos años.

Nadie sabe a ciencia cierta cuántos años tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido en los vericuetos de la burocracia.
Será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como que:
- hay que trabajar para poder tener un techo propio sobre la cabeza;
- se necesita leer todos los días un poco; saber por qué los pájaros que madrugan consiguen lombrices, y también por reconocer la validez de frases tales como "la vida no siempre es justa" y "tal vez haya sido yo el culpable".

Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consignas (no gastes más de lo que ganas), y estrategias parentales confiables (los adultos están a cargo, no los niños).

Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas pero ineficaces:
- informes respecto a un niño de seis años acusado de abuso sexual por haber dado un beso a
una compañera de clase;
- adolescentes que debieron irse a otro colegio por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga,
- y una maestra despedida por reprender a un alumno indisciplinado.
Casos como estos sólo hicieron que empeorara su condición.

Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros, sólo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos.

Declinó aún más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para
administrar una aspirina, poner protector solar, o colocar una tirita a un alumno.
Aunque eso sí, no podían informar a los padres si una alumna estaba embarazada y quería abortar.

Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en material risible, algunas iglesias en negocios, y los criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas.

Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión; y que si un policía mata a un ladrón, incluso si éste estaba armado, sea inmediatamente investigado por exceso de defensa, cuando no acusado de gatillo fácil.

Y así, muchísimos casos más de nuestra vida terrenal.
La muerte de Sentido Común fue precedida por:
- la de sus padres, Verdad y Confianza;
- la de su esposa, Discreción;
- la de su hija, Responsabilidad, y
- la de su hijo, Raciocinio .

Le sobreviven sus tres hermanastros:
- "Conozco Mis Derechos",
- "Otro Tiene la Culpa", y
- "Soy Una Víctima de la Sociedad".

No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que se había ido.
Si aún lo recuerdas, hónrale poniéndolo en práctica con toda la buena gente que lo conoció y valoró.
En caso contrario, únete a la mayoría y no hagas nada...

6/11/10

PERDONE EL SEÑOR

Disculpe el señor si le interrumpo,
pero en el recibidor
hay un par de pobres que preguntan
insistentemente por usted.
No piden limosnas, no...
Ni venden alfombras de lana,
tampoco elefantes de ébano.
Son pobres que no tienen nada de nada.
No entendí muy bien
sin nada que vender o nada que perder,
pero por lo que parece
tiene usted alguna cosa que les pertenece.

¿Quiere que les diga que el señor salió...?
¿Que vuelvan mañana
en horas de visita...?

O mejor les digo como el señor dice:
Santa Rita, Rita, Rita
lo que se da, no se quita...?"

Disculpe el señor,.
se nos llenó de pobres el recibidor
desde la retaguardia
por tierra y por mar.

Y como el señor dice que salió
me han pedido que les indique yo
por dónde se va a la despensa.
y que Dios, se lo pagará.

¿Me da las llaves o los echo? Usted verá
que mientras estamos hablando
llegan más y más pobres y siguen llegando.

¿Quiere usted que llame a un guardia y que revise
si tienen en regla sus papeles de pobre...?

¿O mejor les digo como el señor dice:
"Bien me quieres, bien te quiero,
no me toques el dinero...?"

Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor
Vienen a millones y.
curiosamente, vienen todos hacia aquí.
Traté de contenerles pero ya ve
han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé...
Le dejo con los caballeros
y entiéndase usted...

Si no manda otra cosa, me retiraré.
Si me necesita, llame...

Que Dios le inspire
o que Dios le ampare
que esos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado.



Joan Manuel Serrat

4/6/10

Cómo amar a las personas mayores

DÉJALE HABLAR
..... porque hay en su pasado un tesoro lleno de verdad, de belleza y de bien.

DÉJALE VENCER
..... en las discusiones, porque tiene necesidad de sentirse seguro de sí mismo.

DÉJALE IR A VISITAR
.... a sus viejos amigos porque entre ellos se siente revivir.


DÉJALE CONTAR
.... sus historias repetidas, porque se siente feliz cuando le escuchamos.

DÉJALE VIVIR
.... entre las cosas que ha amado, porque sufre al sentir que le arrancamos pedazos de su vida

DÉJALE GRITAR
.... cuando se ha equivocado porque los ancianos como los niños tienen derecho a la comprensión, tienen mucha vida recorrida.

DÉJALE TENER UN PUESTO
. ..en el automóvil de la familia cuando van de vacaciones, porque el próximo año tendrás remordimientos de conciencia si ya no está.

DÉJALE ENVEJECER
... . con el mismo paciente amor con que a ti te dejó crecer, porque todo es parte de la naturaleza.

DÉJALE REZAR
... como él sabe; como él quiere, porque la persona mayor descubre la sombra de Dios en el camino que le falta por recorrer.

DÉJALE MORIR
..... entre sus seres queridos.


Constantemente se critica a las personas mayores por no adaptarse al mundo moderno.
Sin embargo, nosotros, los mayores, nos responsabilizamos por todo lo que hemos hecho y no culpamos a nadie por ello.


No obstante ,después de una profunda meditación, nos gustaría señalar que, a pesar de haber llevado el pelo largo, de haber realizado una revolución sexual, de habernos revelado contra los llamados valores tradicionales y de haber bailado con Los Beatles y los Rolling Stones.
En efecto, soy una persona mayor…………….Pero……

NO FUIMOS NOSOTROS LOS QUE ELIMINAMOS:

-La melodía de la música.
-El talento y el ingenio de las creaciones artísticas.
-La buena voz a la hora de cantar.
-El orgullo por nuestra apariencia exterior.
-La cortesía al conducir.
-El romance en las relaciones amorosas.
-El compromiso de la pareja.
-La responsabilidad de la paternidad.
-La unión de la familia.
-El aprendizaje y gusto por la cultura.
-El sentimiento de patriotismo.
-El rechazo a la vulgaridad.


NO FUIMOS NOSOTROS LOS QUE ELIMINAMOS:

-La escena de la Navidad de las escuelas y ciudades.
-El comportamiento intelectual.
-El refinamiento del lenguaje.
-La dedicación a la literatura.
-La prudencia a la hora de gastar.
-La ambición por lograr ser alguien en la vida.
-El buen comportamiento y educación.
-Y por supuesto que no somos los que eliminamos la paciencia y la tolerancia de nuestras relaciones personales ni de nuestras interacciones con los demás.


¡EN EFECTO, YA SOY UNA PERSONA MAYOR!

Pero todavía puedo animar una fiesta... incluso si sólo resisto hasta las 2 de la madrugada.
Todavía puedo abrir frascos con tapas a prueba de niños aunque tenga que usar un martillo.
Todavía me acuerdo de llegar a mi casa... aunque deba llevar un mapa conmigo.
Todavía duermo como un bebé en las noches... aunque al otro día el cuerpo demore en permitir
que me levante.


¡EN EFECTO, SOY UNA PERSONA MAYOR!

Pero todavía puedo reírme de las críticas...aunque a veces no pueda oír lo que dicen de mí.
Todavía soy muy bueno contando historias...aunque las repita varias veces.
Pero no creas que me he vuelto peleador, cascarrabias ni intransigente … solo ahora digo la verdad….

Simplemente tengo edad para decir que hay cosas que ya no me gustan…
Ya no me gusta la congestión de tráfico,
ni las muchedumbres,
ni la música alta,
ni los niños gritones,
ni los perros que ladran,
ni los políticos
ni tantas otras cosas


¡Y me gusta seguir disfrutando de mi vida a tope, seguir practicado el amor libre y seguir bailando con Los Beatles y los Rolling Stones!.

11/5/10

Madre hay una sola ....¡ felizmente !

Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en Madre.

Dios la ha dotado a mansalva del "instinto maternal" con la finalidad de preservar la especie.

Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura. Pero gracias al "instinto maternal" la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.

Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que triunfar en una carrera o mantenerse delgada. Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche...


Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan callar o le cierran la puerta en las narices, porque no están en nada...

Es llorar cuando ve a los niños contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.
Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno.


Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año : el Día de la Madre.


Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y, cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar.

Es temblar cuando el hijo aprende a conducir, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.



Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan.Es decir que "son cosas de la edad" cuando la mandan al carrizo.




El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho. Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano.

Por suerte hay una sola Madre. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.



ISABEL ALLENDE

19/4/10

¿Qué es INDECENTE?

EL QUE ENVIA ESTE MENSAJE POR E-MAIL COBRABA LA CANTIDAD DE 557,1 EUROS, Y AHORA LE HAN BAJADO A 504 EUROS MENSUALES ASÍ QUE ME HAN REDUCIDO 53 EUROS PARA QUE LOS POLÍTICOS Y LOS FUNCIONARIOS COBREN MÁS. LA VERDAD LA PUEDES VER A CONTINUACIÓN.


SÍ, ES INDECENTE
Ha dicho la Vicepresidenta del gobierno que es indecente que mientras la inflación es -1%, los funcionarios además de tener plaza fija, tengan una subida salarial del 5% (gran mentira por cierto). Objetivo: congelarles el sueldo. Me gustaría transmitirle a esta Sra. lo que considero indecente.

INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996 pudiendo llegar con dietas y otras prebendas a 6.500 €/mes.

INDECENTE, es que un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.

INDECENTE es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).

INDECENTE es comparar la jubilación de un diputado con la de una viuda.

INDECENTE es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete y que los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima solo necesiten jurar el cargo.

INDECENTE es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.

INDECENTE es colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes con sueldo) que ya desearían los técnicos más cualificados.

INDECENTE es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.

INDECENTE es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural). Hoy en día para cualquier puesto de trabajo exigen conocimiento del inglés, menos para ser presidente de España.

INDECENTE es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.

INDECENTE es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.

INDECENTE es que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses.

INDECENTE es que ex-ministros, ex-secretarios de estado y altos cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público.

INDECENTE es que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios sólo representan un coste para el bolsillo de los ciudadanos.

INDECENTE es que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven.

¿ Y mientras, hablan de política social y derechos sociales? ¡¡QUÉ INDECENTE!!

3/2/10

Por la lectura


Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos.

Sus "clientes" éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a KarlMay.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.

Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo.

Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.

Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia.

La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos, no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación. Al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y a sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por allí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago.

Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo. Me quedo confuso y no entiendo nada.
En la vida corriente el que paga una suma es porque:
a) obtiene algo a cambio.
b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto:
¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.
¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?.
¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?.
¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?
Pero, sobre todo:
¿Se quiere fomentar la lectura?
¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos?
No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra. Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas.

He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.




¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

José Luis Sampedro

20/1/10

Me caí del mundo y no se por donde se entra

(Para mayores de 50)
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.. No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!
Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo. Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra.
Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. Es más! Se compraban para la vida de los que venían después. La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas..... El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. Tiramos absolutamente todo.


Ya no hay zapatero que remiende un zapato, ni colchonero que sacuda un colchón y lo deje como nuevo, ni afiladores por la calle para los cuchillos..... De 'por ahí' vengo yo, de cuando todo éso existía y nada se tiraba. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el "guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo", pasarse al "compre y bote que ya se viene el modelo nuevo". Hay que cambiar el auto cada 3 años porque si no, eres un arruinado. Aunque el coche esté en buen estado. Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios. Mi cabeza no resiste tanto.

Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre..... Me educaron para guardar todo. Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso a las tradiciones) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes, el primer cabello que le cortaron en la peluquería...... ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo? ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los trapos de cocina, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Guardábamos hasta las tapas de los refrescos!! los corchos de las botellas, las llavecitas que traían las latas de sardinas. ¡Y las pilas! Las pilas pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil en un par de usos. Las cosas no eran desechables. Eran guardables.

¡Los diarios! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia, para limpiar vidrios, para envolver. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne o desenvolviendo los huevos que meticulosamente había envuelto en un periódico el tendero del barrio. Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer adornos de navidad y las páginas de los calendarios para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos reutilizarlos estando encendida otra vela, y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espadas que decía "éste es un 4 de bastos". Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Con el tiempo, aparecía algún pedazo derecho que esperaba a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.

Nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Y hoy, sin embargo, deciden "matarlos" apenas aparentan dejar de servir. Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de duraznos se volvieron macetas, portalápices y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza y los corchos esperaban pacientemente en un cajón hasta encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. De la moral que se desecha si de ganar dinero se trata. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte en cuanto confunden el nombre de dos de sus nietos, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos en cuanto a uno de éllos se le cae la barriga, o le sale alguna arruga.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a mi señora como parte de pago de otra con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que élla me gane de mano y sea yo el entregado.



Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo.

15/1/10

Vivís de mi dinero

Paso fuera de mi casa y lejos de mi familia una media mensual de 360 horas (15 días completos), contribuyo al fisco con un 40% de mi salario; entre impuestos directos, indirectos, tasas obligatorias y demás gravámenes, trabajo más de la mitad del año para el Estado. Pago un colegio a mis hijos, mientras financio un sistema de educación pública; me dejo un turrón en una póliza de sanidad privada, pero abono religiosamente mi correspondiente diezmo para que muchos puedan tener cuidados médicos. De lo segundo no me quejo (a pesar de que nadie me lo reconozca) y de lo primero no me quejaría si no fuese porque la educación pública consiste en meter a los niños en fábricas de ignorantes donde sólo se hace hincapié en su adoctrinamiento en un conjunto de paridas sin sentido.

Muchos están peor que yo. Se levantan a las 6 de la mañana, vuelven a casa cuando sus hijos se van a la cama, conviven con la cotidiana amenaza de perder su trabajo y hacen encaje de bolillos para que el fruto de su sacrificio vital les permita llegar a fin de mes. Y otros, de número creciente, están aún peor. Han perdido su trabajo y conservan escasas esperanzas de conseguir otro. Todos, de alguna manera, ponemos un montón de dinero para que vosotros, que sois muchos, os alimentéis de nuestra pasta. Porque vosotros, incompetentes ejecutivos de la nada, mediocres gobernantes de nuestro Estado central, vivís de nuestro dinero. Sois parte un elefantiásico entramado de Ministros, Secretarios de Estado, Directores Generales, y parásitos varios que contáis con un ejército de asesores, viajáis en coche oficial y reserváis Clase Preferente en vuestros viajes privados, con mi dinero.

A cambio, resultáis totalmente incapaces de resolver nuestros problemas, no garantizáis nuestra seguridad ni dentro ni fuera de España, no nos protegéis del desempleo, ni prestáis servicio alguno. Sólo se os ocurren normas para coartar nuestra libertad, para vigilarnos, atemorizarnos y decidir qué es bueno para nosotros. Tomáis posesión de nuestra vida pública, privada y de nuestro dinero para complicarnos la vida, y parís normativas orientadas a seguir siendo necesarios, a no permitirnos deshaceros de vosotros.
Por si fuese poco, inventáis problemas inexistentes, enfrentáis a la sociedad reabriendo debates cerrados, legisláis para cuatro, y tenéis la jeta de pagar un sueldo a majaderas de manual sin el menor sentido el ridículo que nos hablan de “acontecimientos planetarios”. Todo con mi dinero. Vosotros, prebostes de alguno de los diecisiete gloriosos mini-estados autonómicos, también vivís de mi pasta. Unos subidos a cuentos imposibles como la fábula de Aitor, otros mitificando a unos segadores de hace cuatrocientos años. Los demás, a rueda de éstos, os habéis montado un chiringuito de consejerías, direcciones, subdirecciones, patronatos, embajadas y demás máquinas de gastar. Con mi dinero, claro está. Usáis la pasta que yo gano trabajando para fomentar la insolidaridad y sembrar el odio a España; reclamáis la parte que vuestros inverosímiles derechos históricos os adjudican para poder aumentar la pléyade de vuestros deudos, para comprar votos con empleos a dedo. Vivís en la reivindicación permanente que haga andar a una bicicleta que se caería si parara. Vosotros, garrapatas, no resistiríais el mínimo ejercicio de competencia para la obtención de un puesto de trabajo en el ámbito privado, vuestro único mérito es haber medrado en la estructura de un partido político. Y ahora, vivís de mi dinero.
¿Y qué decir de vosotros? Sabandijas de los sindicatos de clase. Liberados del trabajo, la responsabilidad y el cumplimiento del deber. ¿Cuántos sois? Sólo en Madrid, 3200; sólo en Madrid vuestro chollo nos sale a los contribuyentes por 77 millones de euros. ¿Para qué? Para que tengáis el uniforme, el mono o la bata sin estrenar. Para que viváis de una novela en la que sois los únicos personajes, porque no representáis a nadie, sin acudir a vuestro puesto de trabajo. No tenéis afiliados, no defendéis nada, firmáis condiciones laborales de miedo para vuestros presuntos representados, cobráis un canon por los ERE´s, o lo que es lo mismo, sangráis al currito en concepto de “asesoramiento” cuando le ponen en la calle; os dedicáis a hacer política, calláis cuando miles de currantes pierden su empleo por no molestar a otros chupones de vuestra cuerda, y ejercéis la protesta asimétrica según quien gobierne. No valéis para nada, no arregláis nada, no solucionáis nada, no defendéis a nadie, algunos habéis conseguido llevar tan lejos vuestros tejemanejes que acabáis de directivos en vuestras empresas… y vivís de mi pasta.

Y no me olvido de vosotros. Engreídos “creadores”, apoteósicos mediocres del arte presunto, vividores del mérito subvencionado y subvencionable. Vosotros también vivís de mi pasta. Os señaláis la ceja para apoyar sin disimulo a quien os ha puesto en casa, alimentáis vuestra vida regalada de mis impuestos, y además me insultáis. Si no voto al partido que os gusta, podéis llamarme “hijo de puta”; si no comulgo con el Gobierno que os pone el pesebre pedís que se me encierre en un cinturón sanitario; si voto a quien no os mola, me llamáis asesino… todo eso después de que este hijo de puta, asesino y carne de sanidad progre os haya dado de comer con su dinero, a cambio de que produzcáis bodrios infumables que tratan de ganar una guerra 70 años después o que sólo sirven para que alguno pueda liberarse de sus complejos, algunos sexuales. Habéis conseguido que todo hijo de vecino sea considerado delincuente preventivo y tenga que pagaros cada vez que se compra un teléfono móvil, una impresora, un ordenador… Habéis forzado la máquina de quien tanto os debe como para permitiros reclamar el tributo a quien se bautiza, hace la comunión, se casa o baila en la plaza del pueblo; cualquier día nos sangraréis en nuestro entierro. Vosotros, bucaneros de la creación de medio pelo, no venderíais ni uno sólo de vuestros estofados en el mercado privado, no conseguiríais financiación ni para la décima parte de vuestras piltrafas. La inmensa mayoría de los que vivís de mi contribución y de sirlarme, no seríais capaces de engañar a un inversor para que sufragase las medianías que nos colocáis. Vivís del cuento, y encima os ponéis chulos mientras me metéis la mano en la cartera. Firmáis manifiestos para los que no tenéis la menor legitimidad ni altura moral, y os auto designáis como el “mundo de la cultura”; entregáis rosas por la Paz a los asesinos, os vestís de palestinos entre playa y casino, y no tenéis una puñetera palabra para los que cayeron muertos de un tiro en la nuca, sin poder oler esas rosas que entregabais, mientras pagaban vuestros saraos y se retrataban cada vez que compraban un CD. Todos vivís de mi pasta y sois muchos, cada vez más. Y nosotros cada vez menos.


Oscar Molina. Clases Medias.12 de diciembre 2009