13/2/13

ISLA DE RETT



Llama la atención de las personas que se cruzan con ella sus enormes ojos  y la perenne sonrisa en su rostro, enmarcado por unos perfectos rizos de color castaño que dan al conjunto de su cara la apariencia de una auténtica muñeca de porcelana.

Habitualmente se la ve sentada en su silla de paseo y uno se pregunta como una niña que no sobrepasa los tres años  puede mantenerse tanto tiempo sin corretear de un lado a otro como cualquier criatura de su edad.
También resulta curioso observar las numerosas personas que siempre se acercan a ella y a la joven pareja que la acompaña en todo momento. Se deduce, por las atenciones que le prestan a la pequeña, que son sus padres. Personas amables que contestan con orgullo a todo aquel que se acerca a interesarse por la pequeña.


A simple vista no parece que padezca ningún mal pero si uno se fija más detenidamente se percata de que los movimientos de su cuerpo no son los adecuados a su edad. 


Intrigada por tales observaciones pienso que lo mejor es preguntar qué es lo que le ocurre a la preciosa princesa que ocupa la silla de paseo. Me comentan que padece una enfermedad muy poco conocida que no la permite desarrollar sus habilidades como las demás niñas. Y me hablan así, en femenino, porque este mal sólo cursa en bebes del género femenino. Este trastorno se manifiesta dentro de los primeros cuatro años de vida y a menudo está asociado con retraso mental grave. La pérdida de las capacidades es, por lo general, persistente y progresiva provocando graves discapacidades a todos los niveles haciendo de la enferma una persona dependiente de los demás durante toda su vida.


Es un trastorno neurológico que, como decía, se presenta principalmente en niñas, causado por la alteración de los genes reguladores del ADN. La carencia de una simple proteína en el organismo es la que provoca todo este desaguisado en las pequeñas.


Las niñas tras un proceso de normalidad en los primeros meses de su vida comienzan una regresión con la pérdida del lenguaje y algunas de ellas la del contacto social. Unas llegan a andar pero otras ni tan siquiera llegan a mantenerse en pie.


En los laboratorios del Hospital San Joan de Deu de Barcelona están buscando las consecuencias de la pérdida de esa proteína y estudian mecanismos para intentar recuperar su actividad. Lo hacen en células de las pacientes y prueban nuevos medicamentos en animales para ser capaces de restablecer las funciones de esas proteínas.
Es muy importante hacerles un diagnóstico muy precoz para poder aplicarles, cuanto antes, un tratamiento de estimulación y evitar toda la sintomatología que aparece durante el proceso y la evolución de la enfermedad conocida como Síndrome de Rett.


Acaban siendo pequeños seres rodeados de personas que les quieren y ayudan como si de pedacitos de tierra se tratasen rodeados de mucho amor y dedicación cual inmenso mar. Podría decirse que estas princesitas viven en una pequeña isla llamada Isla de Reet protegidas por un inmenso océano de cariño.
Ojalá que todos los esfuerzos que se están realizando para conseguir fondos, que se destinarán al estudio de este síndrome, surtan efecto y podamos verlas caminando sin tardar mucho.


Sirva este escrito como un medio más para dar a conocer esta enfermedad y pese a los malos tiempos económicos que estamos viviendo nos concienciemos de que grano a grano se pueden llegar a llenar sacos y sacos para conseguir una solución.
La mejor prueba de que merece la pena el esfuerzo es mirar a los ojos a cualquiera de esas niñas y veremos que aunque no puedan articular palabra alguna “ellas nos hablan con la mirada”.

http://www.facebook.com/rettandoalsindromede.rett


Laura González Sánchez ©

13/11/12

"A VER SI LO HE ENTENDIDO, PRESIDENTE"


A ver si lo he entendido, señor presidente...¿ Hasta por morirme debo pagar un 21 %...? A ver si lo entiendo. Insisto.
Alemania tiene 80 millones de fulanos y 150.000 políticos. España, 47 millones y 445.000 políticos. Sin contar asesores, cómplices y colegas. O en Alemania faltan políticos, o aquí sobran. Si en Alemania faltan, apenas tengo nada que decir. Si en España sobran, tengo algunas preguntas. Señor presidente

¿Para qué sirven 390 senadores (con la brillantez media y la eficacia política media de un Iñaki Anasagasti, por ejemplo)? Subpregunta: si un concejal de Villacantos del Botijo, por ejemplo, necesita contratar a 15 asesores... ¿Para qué puñetas sirve ese concejal, aparte de para dar de comer a numerosos compadres y parientes?

¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031 diputados provinciales? ¿Sabe usted lo que cobra toda esa gente? ¿Y lo que come? Ese tinglado regional, repartido en diecisiete chiringuitos distintos, duplicados, nos cuesta al año 90.000 millones de euros. Con ahorrar sólo la mitad... Eche usted cuentas, señor presidente. Que yo soy de Letras.

En vista de eso, ¿cómo es posible que el Gobierno de este putiferio de sangüijuelas y sangüijuelos se la endiñe a las familias y no a ellos? Que en vez de sangrar a esa chusma, se le endiñe a la Dependencia, a la Sanidad, a la Educación, a la Cultura, al pequeño comercio? ¿A la gente que de verdad lucha y trabaja, en vez de a esa casta golfa, desvergonzada y manifiestamente incompetente?
A ese negocio autonómico absurdo e insostenible, del que tanta gentuza lleva viviendo holgadamente desde hace más de treinta años. 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, empresas, instituciones. Negocios casi privados (o sin casi) con dinero público. El único consuelo es que a esa pandilla depredadora la hemos ido votando nosotros. No somos inocentes. Son proyección y criaturas nuestras.

Treinta años engordándolos con nuestra imbecilidad y abulia política. Cuando no con complicidad ciudadana directa: Valencia, Andalucía... Con unos tribunales de Justicia cuando no politizados o venales, a menudo lentos y abúlicos. El golfo, impune. Y el ciudadano, indefenso. Esos políticos de todo signo (hasta sindicalistas, rediós) puestos en cajas de ahorros para favorecer a partidos y amiguetes. Impunes, todos.

Me creeré a un presidente de Gobierno, sea del color que sea, cuando confiese públicamente que este Estado-disparate es insostenible. Cuando alguien diga, señor presidente, mirándonos a los ojos, "voy a luchar por un gran pacto de Estado con la oposición"; "me voy a cargar esta barbaridad, racionalizándola, reduciéndola, controlándola, adecuándola a lo real y necesario"; "voy a desmontarles el negocio a todos los que pueda. Y a los que no pueda, a limitárselo al máximo. A lo imprescindible"; "aquí hay dos autonomías históricas que tendrán algo más de cuartelillo, dentro de un orden. Y el resto, a mamarla a Parla".
"Y el que quiera entrar en política para servir al pueblo, que se lo pague de su bolsillo".

Pero dudo que haga eso, señor presidente. Es tan prisionero de su propia chusma político-autonómica como el PSOE lo es de la suya. Ese toque de jacobinismo es ya imposible. Tiene gracia. No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país. Sobre sus políticos. Dicho en corto, señor presidente: no hay cojones. Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente.
Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil. A cargar a una población triturada, con cinco millones de parados, lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres. Seguirá haciéndonos aún más pobres, menos sanos, menos educados. Hasta el ocio para olvidarlo y la cultura para soportarlo serán imposibles.

Así que cuando lo pienso, a veces se me va la olla y me veo deseando una intervención exterior. Que le vayan a frau Merkel con derechos históricos, defensores del pueblo, inmersiones lingüísticas, embajadas y golferías autonómicas. De tanto reírse, le dará un ataque de hipo. De hippen, o como se diga allí.

Lo escribía el poeta Cavafis en Esperando a los bárbaros. Quizá los bárbaros traigan una solución, después de todo. Para esto, que nos invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el Sentido Común reconozca a los suyos. Si quedan.
Recristo.

Qué a gusto me he quedado esta tarde, señor presidente. Lola acaba de abrir el bar. Esta noche me emborracho. Como Gardel en el tango.. Fiera venganza la del tiempo. Parece un título de Lope de Vega. Un tango adecuado para este pasaje".


Pérez-Reverte

25/10/12

¡¡¡VIVA LA SOLIDARIDAD CATALANA!!!


Todos sabemos, más o menos. lo que está pasando en Cataluña, eso de que quieren ser nación, pero sin dejar de ser españoles.
Vamos, algo así como que: "Lo mío es mío, y lo tuyo a medias".                                          

Un joven catalán escribe un correo en el que ironiza con la idea de que quiere "ser solidario" con el resto de los españoles. (Al menos, ha dicho "con el  resto de los españoles", y no "con los españoles").................... pero lo mejor es la  respuesta que le ha dado otro joven de Santander.

Veamos primero la una y, a continuación la otra.

                                            
 Correo que mandó el catalán:
 
  ¡¡¡QUIERO SER SOLIDARIO!!   
                                                        
      Tengo nacionalidad española vivo en Cataluña y quiero ser solidario con el resto  de los españoles. No quiero ser diferente, pero si quiero ser y tener las mismas condiciones de vida que todos ellos, por eso:  
                                                                         
QUIERO Que mi I.P.C . (último) del 4,1 sea el de la media de toda España, o sea el 3,8 (cada año es superior y me aleja del resto de los españoles).

QUIERO Que una vivienda en Barcelona, valga lo mismo que otra en cualquier punto de Extremadura, ya que el costo de una en Barcelona me permitiría comprar tres, vivir en una, alquilar dos y así conseguiría incrementar mis ingresos.

QUIERO Que el agua que en una urbanización próxima a Valencia cuesta 0,2 Euros valga igual que la que yo pago: 18 Euros.

QUIERO Que el billete ordinario del bus de Zaragoza con coste de 0,75 Euros, sea lo que me cuesta a mí que ahora pago 1,15 Euros.

QUIERO Que el impuesto de Transmisiones Patrimoniales del País Vasco, que ahora está exento, sea igual para mis hijos cuando hereden (si es que lo logran), que en Cataluña tiene una escala semejante a la del I.R .P..F.

QUIERO Que la ITV que en Melilla cuesta 19 Euro, sea igual a la que yo pago 44,65 Euros.

QUIERO Que de las seis salidas que tiene por ejemplo la ciudad de Madrid sean de pago al menos cinco, como ocurre en Barcelona y no gratuitas como ahora.

QUIERO Que cuando mis hijos empiecen el curso tengan los libros de texto gratis y un ordenador para cada dos niños como en Extremadura y no gastarme entre 200 y 300 euros en libros y un ordenador para casi cada dos clases como ahora.

QUIERO Que la red de autopistas que atraviesa Andalucía sea totalmente de pago y carísima como la que cubre Cataluña, y no gratuita como ahora a pesar de que la densidad de tráfico es una 20ª parte de la de las autopistas catalanas.

QUIERO En definitiva, ser igual. Los pensionistas catalanes tienen unos ingresos idénticos a los de otro que viva en cualquier parte de España.

POR ESO:Cuando yo sea igual que todos los españoles, con todo lo que me sobre, gustosamente          

¡¡¡SERÉ SOLIDARIO!!!



             

 RESPUESTA QUE DICHO CATALÁN RECIBE  DE UN CHICO DE SANTANDER :                      
                       
            
 Supongo que esto lo mandas como un chiste, porque:

           1: El IPC en Cataluña, como bien sabes, lo marcan las empresas e instituciones que operan en Cataluña.
              ¡Quéjate a los políticos y empresarios catalanes!

           2:  El precio de la vivienda viene marcado, a parte de la lógica de la "oferta y demanda", por el precio del suelo,  sobre el que puede actuar el ayuntamiento y el consejero de turno.
              ¡Reclama a tu alcalde y a tu presidente!
 
           3: El precio del agua y del autobús, (que por cierto, en Santander vale 1,30 euros),  lo pone el ayuntamiento.
              ¡Reclama a tu alcalde!

           4: El impuesto de transmisiones patrimoniales es una competencia transferida a las comunidades autónomas desde hace dos años y medio. En Cantabria tampoco lo tenemos.
              ¡Reclama a tu President!

           5: Gracias a vuestras famosas autopistas de pago (que tenéis desde los años 60, construidas con dinero de todos los españoles y cuando nadie tenía autopistas) y a otros privilegios "históricos", estáis donde estáis. ¡Por cierto!, creo que algún familiar de Pujol chupa algo de los peajes ¿no?; (quizá no te hayas enterado de esos juicios en que han condenado a los familiares de Pujol. Como estás mirando sólo lo que pasa fuera, ni te habrás podido o querido enterar.

           6: Evidentemente el pensionista catalán, al igual que el resto,cobrará en función de lo que haya cotizado,
 ¡ me parece lógico !  ¿A ti no?

           7: Cuando pago impuestos no me siento solidario, sino que hago lo que tengo que hacer.  Solidario me siento cuando he donado sangre, cuando he colaborado con Cruz Roja en  los centros de emigrantes, o cuando he estado de cooperante dos veranos en Malí con  Manos Unidas.
          
          8: Por cierto, me siento "gilipollas" cuando pago a los traductores de catalán en la UE y para colmo en nuestro propia SENADO, a las embajadas catalanas, a la televisión catalana, o cuando me entero que el 60% de la deuda de la sanidad pública de toda España está provocada por la sanidad catalana.

           ¡¡¡ VIVA LA SOLIDARIDAD  CATALANA !!!



11/9/12

MAMÁ SE VA A LA CAMA



Mamá y Papá estaban mirando la televisión cuando Mamá dijo:

-Estoy cansada, es tarde, me voy a la cama.


Fue a la cocina a preparar los bocadillos para el día siguiente. Puso en remojo los recipientes de las palomitas, sacó la carne del congelador para la cena del día siguiente, controló si quedaban bastantes cereales, llenó el azucarero, puso las cucharitas y los platos del desayuno en la mesa y dejó preparada la cafetera. Puso la ropa húmeda en la secadora, la ropa sucia en la lavadora, planchó una camisa y cosió un botón, recogió los juguetes, puso a cargar el teléfono y guardó la guía telefónica. Regó las plantas, ató la bolsa de basura y tendió una toalla. Bostezó, se desperezó y se fue al dormitorio. Se paró un momento para escribir una nota a la maestra, contó el dinero para la excursión y cogió un libro que estaba debajo de la silla. Firmó una felicitación para un amigo y escribió la dirección en el sobre, escribió una nota para el charcutero y colocó todo junto a su bolso. Mamá a continuación se lavó la cara con las toallitas, se puso crema anti-arrugas, se lavó los dientes y las uñas. 

Papá gritó:
-Pensaba que te estabas yendo a la cama. 
-Estoy yendo, dijo ella.

Puso un poco de agua en el bebedero del perro y sacó el gato al balcón, cerró la puerta con llave y apagó la luz de la entrada. Dio una ojeada a los niños, les apagó las luces y la televisión y rezó por ellos un momento, recogió una camiseta, tiró los calcetines a la cesta de ropa y habló con uno de ellos que todavía estaba haciendo los deberes. 
En su habitación puso el despertador, preparó la ropa para el día siguiente, ordenó mínimamente el zapatero. Añadió tres cosas a las seis de la lista de  "cosas urgentes" y visualizó el alcanzar sus propios objetivos. 

En ese momento, Papá apagó la televisión y anunció:
-Me voy a la cama. 
Y lo hizo, sin otros pensamientos.

¿Nada extraordinario?

¿Os preguntáis por qué las mujeres viven más tiempo?


Porque están hechas para los largos recorridos (y no se pueden morir, antes tienen demasiadas cosas que hacer).




1/8/12

EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES


Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.

Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes o una huelga general.

Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.

Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre. Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.

Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Porque son de los nuestros.

Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.

- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134  minutos al día frente a un televisor que muestra, principalmente, basura.
- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir incluso a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas para situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
- Mediocre es un país que no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
- Mediocre es un país  con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.
- Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional,  perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.


FORGES

27/5/12

La generación que construyó España




 “¿Quiénes son los pobres?, Los nietos de los ricos”. Aforismo castellano

 Cuando analizas lo que ocurre en una empresa o una sociedad, debes buscar las causas que provocan su situación, porque sólo trabajando sobre las causas, puedes cambiar los efectos. Y no tengo ninguna duda de que una de las principales causas de la prosperidad que vivimos en los años pasados fue la actitud de la generación de nuestros padres, y una de las principales causas de la crisis, es haber perdido esa actitud.

 Recuerdo que hace años, un empresario brillante que viajó a China para hacer negocios, comentaba: “China va a ser imparable. Cuando llegas allí el ambiente te recuerda la España de los años 70. Todo el mundo quiere trabajar mucho, ahorrar, comprarse su casa, su coche, que sus hijos vayan a la universidad… Cuando una generación está así centrada, "no hay quien la pare”. Este pensamiento me hizo reflexionar entonces y me ha vuelto a la memoria al contemplar a las tres generaciones que convivimos.

 Mis padres tienen en torno a 70 años, y siempre han sido un ejemplo de trabajo, honradez, austeridad, previsión y generosidad. Pertenecen a una generación que, como dice mi padre, les tocó el peor cambio: de jóvenes trabajaron para sus padres y de casados para sus hijos.

 Son gente que veían el trabajo como una oportunidad de progresar, como algo que les abría a un futuro mejor, y se entregaron a ello en condiciones muy difíciles. Son una generación que compraba las cosas cuando podía y del nivel que se podía permitir, que no pedía prestado más que por estricta necesidad, que pagaban sus facturas con celo, y ahorraban un poco “por si pasaba algo”, que gastaban en ropa y lujos lo que la prudencia les dictaba y se bañaban en ríos cercanos, disfrutando de tortillas de patata y embutidos, en domingos veraniegos de familia y amigos.

 Y tan sensatos, prudentes y trabajadores fueron, que constituyeron casi todas las empresas que hoy conocemos, y que dan trabajo a la mayoría de los españoles.

 Sabían que el esfuerzo tenía recompensa y la honradez formaba parte del patrimonio de cada familia. Se podía ser pobre, pero nunca dejar de ser honrado.

 La democracia significaba libertad y posibilidades y seguir viviendo en armonía y respeto.

 Y cometieron los dos peores errores imputables a esa generación:

 1)      “Que mis hijos no trabajen tanto como trabajé yo”.

        Nos cargamos la cultura del esfuerzo y del mérito de un plumazo, convirtiendo el trabajo en algo a evitar.

 2)      “Como tenemos unos ahorrillos, hijo, tu gasta, que para eso están tus padres”.
        Con lo que mi generación empezó a pensar que el dinero nacía en las cuentas corrientes de sus padres, que daban la impresión de ser inagotables y que los bancos eran unas fuentes inagotables de hipotecas, rehipotecas y contrarehipotecas.

 Y entonces, eclosionó nuestra generación (yo soy del 54).
 
La generación de los nuevos ricos, la generación de “los pelotazos”, del gasto continuo, de la especulación, de la ingeniería financiera, de la exhibición del derroche, la de "lo quiero todo y lo quiero ya", la de “papá dame”.

 Y todos nos volvimos ricos (en apariencia), todos nos convertimos en gastro-horteras. ¿Conocéis a alguien que se atreva a comer un bocata de chorizo?. Le corren a gorrazos por paleto. Ahora hay que comer hamburguesas deconstruidas al aroma de los almendros al atardecer. ¿Y qué decir del vino?. Pasamos del Don Simón con Casera, al Vega Sicilia sin fase de descompresión. El vino ya no está “bueno”, ahora tiene matices a fruta del bosque, con un retrogusto alcohólico, que adolece de un cierto punto astringente, con demasiada presencia de roble.
 Esto, por supuesto, a golpe de docenas de euro, que para ser un “enterao” hay que pasar por taquilla. ¡Y es que pocas cosas cuestan tanto, como ocultar la ignorancia!.

 Somos la generación de “endeudarse para demostrar que eres rico”. Increíble pero cierto.

 -          ¿Sólo debes 500.000 €? Es que eres un cutre. Mira, nosotros debemos ya 2.000.000 y nos están estudiando una operación por otros 2 más.

 -          Vosotros sí que sabéis sacar provecho al sistema… Ojalá yo algún día pueda deber esas cantidades. ¡Cuánto envidio tus préstamos!

 En Alemania no daban abasto a fabricar Mercedes, Audis, BMW para los españoles.

Irrumpió Europa en nuestras vidas y llegó en forma de mega infraestructuras que producían mega comisiones para todos los involucrados. ¡Viva el cazo! ¡Viva el yerno del Rey! ¡Que se besen los padrinos! Además llovían las subvenciones, nos daban una fortuna por plantar viñas y luego a los dos años otra fortuna por arrancarlas. Que llegaba un momento que no sabías si tenías que plantar o arrancar. A propósito, ¿Qué toca este año?.

 Si algún “tarao” dice que hay que parar esto, se le lapida y  “que no pare la fiesta”. Por supuesto que todos estamos de acuerdo que esto es imposible que se sostenga, pero hay que empezar a recortar por el vecino, que lo mío son todo derechos esculpidos en piedra en la sacrosanta constitución.

 De la siguiente generación mejor no hablar (lo dejaré para otro momento). Esa es la generación que dice el aforismo que será pobre, por ser nieta de ricos.

 Si somos incapaces de volver a los valores con los que se construye una sociedad sostenible, nos hundiremos, eso sí, cargados de reivindicaciones.

 En mi casa siempre he tenido un ejemplo vivo de cordura, honradez y esfuerzo. Y no han sido menos dichosos que nosotros. Los psiquiatras, de hecho, dicen que al revés, que han sido bastante más felices. Debe ser que la sencilla tortilla, el melón fresquito, comprar el sofá cuando se podía, poner las cortinas cosidas por nuestra madre, con ayuda de la abuela, trabajar y echarle huevos para emprender (aunque no lo llamaban así) no debía ser mala receta.

 Desde aquí quiero dar las gracias a mis padres y a toda esa generación que nos regalaron un país cojonudo, que nos hemos encargado de arruinar (entre todos, que todos hemos aplaudido la locura), y que sólo con que nos descuidemos un poquito más, le vamos a dejar a nuestros hijos un protectorado chino, donde serán unos esclavos endeudados y tendrán unas historias legendarias sobre la prosperidad que crearon sus abuelos, empeñaron sus padres y son incapaces de imaginar los nietos.

 Estamos a tiempo de cambiarlo, pero cada vez tenemos menos. Podemos encontrar maestros en casa.
 

7/2/12

La media manta


Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa, durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia. Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.
 
A los 70 años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en su vida pedirle un favor a su hijo.
Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.
- ¡Hola papá! ¡Qué milagro que vienes por aquí!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo.
- Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que esta es tu casa.
- Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo. ¿No te molestaría que me quedara a vivir contigo?

Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano.
- No padre no es eso, sólo que... no se me ocurre dónde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían... o sólo que no te moleste dormir en el patio...
- ¿Dormir en el patio? Está bien.

El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de 12 años:
- Dime papá.
- Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una manta para que se cubra en la noche.
Sí, con gusto papá... ¿y dónde va a dormir?
- En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa.
Luis subió por la manta, tomó unas tijeras y la cortó en dos partes. 

En ese momento llegó su padre:
¿Qué haces Luis? ¿Por qué cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá, estaba pensando...
- ¿Pensando qué?
- En guardar la mitad para cuando tú seas viejo y vayas a vivir a mi casa.